AUTOMOVILISMO | Murió Carlos Pairetti, leyenda del deporte motor argentino

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El expiloto Carlos Alberto Pairetti, leyenda del automovilismo argentino, falleció esta madrugada a los 86 años en una clínica de la ciudad bonaerense de Pergamino, afectado por deficiencias respiratorias y cardíacas, informó a Télam su hijo Eduardo «Mani» Pairetti.

La sonrisa del campeón, integrante del legendario «Póker de Ases» del automovilismo argentino.

El excampeón de Turismo Carretera, santafesino de origen, permanecía internado hace semanas en su lugar de radicación, Arrecifes, del que fue trasladado el domingo hacia Pergamino por una complicación en el cuadro de su salud.

Pairetti tuvo una neumonía bilateral que originó el agravamiento de su estado hace aproximadamente un mes y tiempo atrás había superado un ACV, del que pudo recuperarse al punto de asistir al autódromo Oscar y Juan Gálvez para ver el debut de su nieto Santino, hijo de «Tim», en la categoría ALMA, con un Fiat Uno de la Clase 2.

Ilustre integrante de la «Cuna de Campeones» de Arrecifes, Pairetti ingresó en la galería de las grandes personalidades del automovilismo nacional con su recordado título de TC en 1968 a bordo de una coupé Chevrolet inmortalizada como el «Trueno Naranja».

El año pasado, el Concejo Deliberante de Arrecifes declaró «Ciudadanos Ilustres» a sus hijos dilectos Carlos Alberto Pairetti, Néstor Jesús García Veiga, y los desaparecidos Rubén Luis Di Palma y Carlos Marincovich, conocidos como el «Póker de Ases» por su trascendencia en el mundo motor.

Texto de 2015 escrito por el especialista en automovilismo Antonio Ferraro

Homenaje a CARLOS ALBERTO PAIRETTI «IL MATTO»

Tuve la suerte de verlo correr, fue un verdadero espectaculo…


Carlos Alberto Pairetti nacio el 17 de octubre de 1935 en Clucellas, Provincia de Santa Fe), es un piloto automovilismo argentino retirado. Fue campeón de Turismo Carretera en el año 1968, tripulando el prototipo Steven Chevrolet 250, conocido popularmente como «El Trueno Naranja».

Su campeonato lo terminó de poner en la galería de la fama del automovilismo nacional, ya que dicho triunfo se dio en una temporada donde comenzaba el dominio de la marca IKA y su modelo Coupé Torino.
El nombre de Carlos Pairetti se lo asocia indudablemente al Trueno Naranja, aquel auto con el que deslumbró al público del Turismo Carretera en 1968. Lo que pocos saben es que con este vehículo, “Il Matto”, como apodan al piloto, solamente corrió 11 carreras de las que ganó 4, logrando así el título de ese año.

Pairetti compitió en una época de grandes automovilistas como los hermanos Emiliozzi, los Gálvez, Juan Manuel Bordeu o Rubén Luis Di Palma. A pesar de ellos, siempre peleaba en las carreras más importantes las primeras posiciones. Entre sus logros se destacan además de su título, las victorias en los Grandes Premios, competencias de 7 u 8 mil kilómetros, de 1963 y 1966. Participó en 183 carreras del Turismo Carretera y se ubicó primero en 21 oportunidades.

Carlos Alberto Pairetti fue un piloto de manejo fogoso, temperamental, sin medias tintas. Tal es así, que cuando fue a Europa a competir con el Fórmula 3 del equipo Automundo, mientras giraba en el circuito de Monza, su estilo agresivo tan a gusto de los italianos, les llevó a estoas a ponerle el mote“Il Matto”
Realmente Pairetti fue un matador. Al todo o nada, con el pie a la tabla desde el vamos, un estilo que le hizo perder la continuidad en el equipo Ford capitaneado por el “Polaco” Herceg, a quién no le gustaba que exigieran de esa manera sus motores. Pero que anteriormente le permitió obtener innumerables éxitos en cuanta categoría se presento.

El debut en el TC, se produjo el 3 de Marzo de 1962 en la vuelta de Pergamino, carrera ganada por Santiago Luján Saigós. Lo hizo con la cupé Chevrolet del malogrado Néstor Marincovich, tío de Carlos y ya en esas primeras escaramuzas, conoció el sabor de la punta. Ganar sin embargo, no aparecía como una empresa fácil. Y esto a pesar de que los Chevrolet de la época, habían emparejado y en muchos casos, superado a los Ford. Pero claro, andaban por ahí los Emiliozzi en su mejor época. Y ese Ford era otra historia aparte. Los Emiliozzi eran otra historia aparte.

Pairetti sin amilanarse, siguió apretando el acelerador a fondo y adquiriendo la experiencia necesaria. No fue extraño entonces que en la Vuelta de Mar del Plata de 1963, a poco más de un año de su debut, llegara el primer triunfo. Y luego otros, hasta convertirse en unos de los hombres a batir.
En el 63 mismo, consiguió el sueño de ganar el Gran Premio. Solo faltaba un campeonato para obtener todo lo que un piloto de TC podía ambicionar. Sin embargo, esa ya era una empresa más difícil de conseguir, por cuanto su estilo lo traicionaba a la hora de sumar puntos cuando no se podía ganar, insisto era un piloto de todo o nada.

En 1965, alterna su participación con dos autos, piloteando primero un Volvo 122 SB y segundo su coupé Chevrolet. El 6 de enero de 1965, Pairetti obtuvo el triunfo en Villa Carlos Paz a bordo del Volvo, siendo el primer (y único) triunfo en Turismo Carretera de una marca que no fuera ni Chevrolet, ni Dodge, ni Ford, ni Torino. A los 10 días y en el mismo circuito, volvería a tripular su Chevrolet repitiendo la victoria.
En 1967, y con el advenimiento de los evolucionados prototipos del TC, Carlos Pairetti permutaría su vieja Coupé, por uno de los varios prototipos que engalanaron las largadas de esa época. Fue el comienzo del Barracuda Chevrolet que, a juzgar por lo dicho por Pairetti, fue el mejor coche que había manejado. Se trataba de un prototipo basado en el chasis de una vieja coupé Chrysler, con una carrocería diseñada por Alain Baudena, y motorizado con un impulsor Chevrolet de 230 pulgadas cúbicas. Sin embargo, el avance de IKA con el Torino o las Liebres, se volvió tan abrumador, que Pairetti se las ingenió como pudo para hacerle frente a sus adversarios y obtener 3 triunfos entre 1967 y 1968.

Con la llegada de los Torino en el ´67 debió dejar su cupecita que tantos triunfos le regalara, y se subió al Barracuda con motor Chivo. “El mejor auto que tuve” se cansó de decir. Sin embargo no le alcanzó para batir a los prototipos que habían evolucionado a partir de la cupé Torino. La solución vino después de una charla con Horacio Steven, el padre de los fracasados prototipos Ford. Carlos Pairetti confió en el, y con la evolución de ese auto y el motor Chevrolet preparado por la Comisión de Concesionarios, salió al ruedo con el inolvidable “Trueno Naranja”. Apareció con él a mediados de 68´ y dominó a “piaccere”, llevándose el campeonato para Arrecifes con absoluta comodidad.

Precisamente, 1968 sería el gran año de Pairetti, ya que se coronaría por primera y única vez, Campeón Argentino de Turismo Carretera. Luego de haber obtenido un triunfo en el año con el Barracuda, Pairetti observó que nada podía hacer ante el poderío de las huestes de IKA. Con el campeonato como objetivo principal, Pairetti se contactó con el preparador Horacio Steven para comenzar la creación de un prototipo capaz de derrumbar las aspiraciones del «equipo nacional». Fue así que el 23 de junio de 1968, vio la luz el prototipo que más tarde fuera bautizado como El Trueno Naranja. Con esta poderosa arma, Pairetti se alzaría con 4 triunfos que le fueron suficientes para proclamarse Campeón Argentino de Turismo Carretera, y logrando su objetivo de desbancar a los Torino. En este año también, decide incursionar en la Fórmula 1 Mecánica Argentina donde obtiene el triunfo en la 500 millas de Rafaela.
En 1969, Pairetti cambia su unidad, el “Nova Naranja” que no era otra cosa que una Liebre MKIII con el motor Chevrolet de rigor adentro.

En 1970 y luego de 17 años representando a Chevrolet, Pairetti decide cambiar de marca, pasándose al bando de Ford. Esta decisión fue reprobada por los fanáticos de ambas marcas, ya que de un lado los de Chevrolet no aceptaban que su estandarte se pase al bando rival, mientras que los de Ford lo miraban con desconfianza por su pasado en Chevrolet. Debutó con la marca en la Fórmula B, instaurada para los Sport Prototipo, cambiándole el motor a su Nova Naranja por un Ford 221. Al año siguiente, es contratado por el equipo oficial Ford que competía en la llamada Fórmula A, para coches de producción.

A pesar de haberle dado a Ford una victoria que se le negaba de hace bastante tiempo, Pairetti se retiró de la marca, debido a un conflicto con José Miguel Herceg, su preparador. El motivo: Pairetti tenía por costumbre acelerar su coche hasta no más poder y no aflojar el pie del pedal, provocando que el motor termine muy castigado a causa de este trato que le propinaba. Esto a Herceg no le hacía mucha gracia, y menos si se trataba de uno de los coches que contaban con su motorización.

Su partida a Europa

Este alejamiento, le permitió a Pairetti ir a mostrarse en el exterior, donde hizo gala de su manejo, en la Fórmula 3 Europea y en las 300 Millas de Indy, siendo el primer argentino en correr en dicha especialidad.

Su paso por Europa fue muy auspicioso, llevándose los italianos una gran impresión por su modo de manejar. Precisamente, por tan extrema forma de conducir fue que recibió su apodo más conocido: «Il Matto» (El Loco). Después, intentó sin éxito clasificar en las 500 millas de Indianápolis, pero dejó una buena imagen, asegurándose un buen auto para las 300 Millas que se corrieron en 1971 en Rafaela.
Volvió al país en 1977 para volver a correr en el Turismo Carretera. Este año, alternó su participación con una coupé Dodge GTX y con un Dodge 1500. Con este último auto, obtuvo una nueva victoria el 26 de marzo de 1978.

Finalmente, se retiró el 14 de agosto de 1978 a bordo de su coupé Dodge GTX. Después, tuvo un breve paso por el periodismo radial, como integrante del equipo Carburando.

El profesionalismo naciente en esos días, lo llevó a cambiar de marca y se pasó al bando contrario, Ford. Pero aquí los triunfos no llegaron con tanta facilidad. Cuando recién el TC Fórmula A empezaba a caminar los primeros pasos, y Ford todavía estaba zapatero, Pairetti llevó por primera vez a un Falcon de Herceg al triunfo en la Vuelta de Hughes de 1971. Las desavenencias con el preparador y con la Comisión de Concesionarios, lo llevaron al año siguiente a abandonar la marca, justo cuando esta comenzaba el dominio del panorama teceista por varios años.
Corrió en Sport Prototipo y Fórmula 1 Mecánica Argentina, y a nivel Internacional, donde participó de las 300 millas de Indy y en la Fórmula 3 Europea.
Luego de un receso importante, volvió a correr con una cupé Dodge, pero ya su buena estrella se había apagado.

Carreras ganadas:

18/08/1963 MAR DEL PLATA MAR DEL PLATA (FORMULA B)
06/10/1963 Xlll VTA. TRES ARROYOS TRES ARROYOS (FORMULA B)
07/12/1963 G.P ARGENTINO MERCEDES-ARRECIFES -FORMULA B
14/06/1964 ll VTA. S.A. de ARECO S.A. DE ARECO (FORMULA B)
20/09/1964 Xll 500 MILLAS MERCEDINAS MERCEDES (FORMULA B)
06/01/1965 VILLA CARLOS PAZ V.CARLOS PAZ (FORMULA B)
17/01/1965 V.C.PAZ 1965 V.C.PAZ-V.C.PAZ (F.»B»)
21/08/1966 Xl VTA. DE ROJAS 1966 ROJAS – FORMULA B
25/09/1966 V VTA. DE PERGAMINO 1966 PERGAMINO – FORMULA B
11/12/1966 G.P ARGENTINO 1966 MERCEDES – NECOCHEA -FORMULA B
06/08/1967 VUELTA DE HUGHES HUGHES (S. FE)
17/09/1967 VUELTA DE OLAVARRIA OLAVARRIA
28/04/1968 VUELTA BALCARCE – LOBERIA BALCARCE-LOBERIA
14/07/1968 AUTODROMO «OSCAR CABALEN» CORDOBA
18/08/1968 AUTODROMO «OSCAR CABALEN» CORDOBA
29/09/1968 AUTODROMO MUNICIPAL DE BS.AS CAPITAL FEDERAL – FORMULA B
24/11/1968 AUTODROMO MUNICIPAL DE BS.AS CAPITAL FEDERAL
25/05/1969 AUTODROMO MUNICIPAL DE BS.AS CAPITAL FEDERAL
12/10/1969 VUELTA DE SAN NICOLAS SAN NICOLAS (FORMULA B)
04/07/1971 CIRCUITO DE PERGAMINO VTA. DE HUGHES
29/08/1971 CIRCUITO LOS CONDORES CORDOBA – FORMULA B
26/03/1978 AUTODROMO GRAL. SAN MARTIN MENDOZA
Total de Carreras Ganadas: 22

Baul de Viaje:

Nació en el pueblo de Clucellas en la Provincia de Santa Fe. Pero desde muy chico vivió si embargo en Arrecifes, por lo que es considerado un nativo mas de esa ciudad.
Ganó en el Turismo Carretera en 22 oportunidades, incluido dos Grandes Premios los del ´63 y ´66 con además 4 etapas en ellos y una en el del ´71 con el Falcon.
Fue campeón de Turismo Carretera en el año 1968, tripulando el prototipo Steven Chevrolet 250, conocido popularmente como «El Trueno Naranja».

Posdata: Espero que les haya gustado.

Ci vediamo, Antonio Ferraro

Agradecimiento especial a las palabras de Antonio Ferraro, que transcribimos en este homenaje a la leyenda de Carlos Pairetti, «il Matto»

Fuente: Télam | Diario de Punilla | Facebook Antonio Ferraro