CRIMEN | Autoridades colombianas dijeron que la investigación por el crimen del fiscal paraguayo «va por buen camino»

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Las autoridades paraguayas avanzan en los trámites de la repatriación desde Colombia del cuerpo del asesinado fiscal Marcelo Pecci, un hecho cuya investigación va “por buen camino”, según la vicefiscal colombiana Martha Mancera.

“Vamos por buen camino”, señaló Mancera desde Cartagena de Indias sobre el avance de la investigación por el asesinato del fiscal especializado en narcotráfico, ayer, en la isla de Barú, donde estaba de luna de miel con su esposa.

Mancera reveló que los investigadores ya tienen “más de 100 elementos materiales probatorios” y confirmó que la hipótesis central es que “el magnicidio fue en razón de su función, es decir, por los grandes casos que llevaba” adelante.

“Estamos trabajando no solamente en la línea de dar con la persona que disparó, sino en ver quién está detrás de esa persona que disparó”, explicó la funcionaria.

Pecci estaba de luna de miel en la zona, y en Paraguay tenía a cargo varias causas resonantes, entre ellas la que investigaba un esquema de tráfico de cocaína a Europa, que había incluido en febrero 100 allanamientos, más de 40 detenciones y bienes incautados por unos 100 millones de dólares.

En tanto, el jefe de la Policía colombiana, Jorge Vargas, afirmó que no hay capturas ni detenciones pero “se están entrevistando múltiples personas que estaban en el lugar de los hechos”, entre ellas varios extranjeros.

Vargas relató que “en varios puntos de la geografía hay ciudadanos extranjeros que salieron de Cartagena y son requeridos, para que amplíen información de lo que pasó”, y destacó que varios ya fueron encontrados con el respaldo “crucial” de Migración Colombia.

La Fiscalía colombiana difundió ayer mismo la imagen de uno de los presuntos sicarios y detalló que se trata de un hombre de 1,73 metros, con acento caribeño y tez trigueña. Las autoridades ofrecen una recompensa de 2.000 millones de pesos, unos 500.000 dólares, por información útil.

Vargas insistió en que existe “un sistema de crimen organizado transnacional, y aquí hay una planeación”, pero rechazó especular sobre la nacionalidad de los asesinos, que alquilaron motos náuticas, balearon a Pecci y escaparon.

Además de las autoridades de ambos países, a la investigación sumaron investigadores la DEA y el FBI de Estados Unidos y, próximamente, lo hará la Interpol.

Mientras, la embajadora de Paraguay en Bogotá, Sophia López Garelli, informó que los representantes consulares ya iniciaron el proceso de repatriación de cuerpo del fiscal, aunque ese paso demorará, porque todavía debe realizarse la autopsia “y otras indagaciones”, según recoge el diario paraguayo ABC Color.

«Todas las autoridades están haciendo lo imposible para que esto sea rápido; tenemos la esperanza de que mañana pueda irse, pero no lo prometemos», señaló López.

En Colombia ya están los fiscales Alicia Saprisa y Manuel Doldán, designados por la Fiscalía General del Estado paraguayo para coordinar las tareas investigativas con sus pares colombianos.

Todos dieron hoy una conferencia conjunta, en la que Saprisa subrayó que se trató del primer hecho perpetrado por el crimen organizado contra una autoridad en Paraguay.

«No tenemos precedente en nuestro país con un hecho así, con un colega con una trayectoria brillante, intachable, que haya hecho una lucha frontal tan directa y fuerte contra el crimen organizado y que haya resultado víctima. Lo que ocurrió va a sentar un antes y un después», afirmó.

El embajador de Colombia en Paraguay, Fernando Sierra, reveló que cuatro mujeres paraguayas fueron indagadas en el marco de la investigación, y el diputado oficialista Walter Harms publicó en su cuenta de la red Twitter que dos jóvenes de Itapúa que habían estado en el mismo hotel que Pecci fueron indagadas en el aeropuerto de Bogotá, y luego liberadas.

Cronología del crimen y repercusiones

El fiscal paraguayo especializado en crimen organizado, que participaba de la mayor investigación en la historia paraguaya sobre lavado de dinero proveniente del narcotráfico, fue asesinado a tiros en una isla cercana a la ciudad colombiana de Cartagena, donde pasaba su luna de miel, por esto las autoridades locales de inmediato, difundieron la imagen de uno de los presuntos sicarios y avanzaron en el armado de un grupo bilateral de investigaciones.

Marcelo Pecci, de 45 años e integrante de la Unidad Especializada de Lucha contra el Crimen Organizado y el Narcotráfico, fue baleado desde dos motos de agua en las playas de la isla caribeña de Barú, donde pasaba su luna de miel, tras haberse casado el 30 de abril último con una periodista.

Imagen difundida por la policía de Colombia de uno de los supuestos autores del crimen

«Llegaron dos hombres, se acercaron, le dispararon y se fueron; un guardia quiso acercarse pero le dispararon también al guardia», relató su esposa, Claudia Aguilera, a W Radio. Dijo además que Pecci no había sido amenazado.

En la última publicación de Aguilera en Instagram se ve a la pareja abrazada en la playa y, en primer plano, unos zapatos de bebé, porque la mujer está embarazada.

El Ministerio Público de Colombia dio a conocer una imagen de circuito cerrado que muestra a un hombre que sería uno de los sicarios del fiscal.

La foto fue difundida en redes sociales con un pedido de colaboración a la ciudadanía y anunció la conformación de un equipo de fiscales y expertos en Criminalística para investigar y esclarecer el asesinato.

«No teníamos conocimiento de que él estaba acá», afirmó esta noche el director de la Policía Nacional de Colombia, general Jorge Vargas, para explicar por qué Pecci no tenía custodia pese a que «era una de las personas más protegidas en Paraguay», según la agencia de noticias ANSA.

Mientras, la Fiscalía General del Estado y la Policía Nacional de Paraguay ya designaron a los fiscales Alicia Sapriza y Manuel Doldán al frente de una comitiva que viajará a Colombia para trabajar con los especialistas locales.

El medio Lafm de Colombia informó que los sicarios alquilaron una moto acuática roja por 200.000 pesos (48 dólares), la usaron 16 minutos de los 30 que habían acordado y hasta la devolvieron antes de escapar.

Pecci participaba de dos de las investigaciones con mayor repercusión mediática en Paraguay: una investigación denominada «A ultranza Py», con 100 allanamientos en febrero, más de 40 detenciones y bienes incautados por unos 100 millones de dólares, producto del tráfico de cocaína a Europa; y otra por crímenes atribuidos al narcotráfico durante un recital musical en enero en San Bernardino, cerca de Asunción.

El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, condenó el asesinato y extendió sus condolencias a los familiares del funcionario.

«El cobarde asesinato del fiscal Marcelo Pecci en Colombia enluta a toda la nación paraguaya; condenamos en los términos más enérgicos este trágico hecho y redoblamos nuestro compromiso de lucha contra el crimen organizado», tuiteó el mandatario, que dijo haber conversado con su par Iván Duque.

En declaraciones posteriores a periodistas, el gobernante prometió seguir «en la lucha contra el crimen organizado» y calificó de «muy doloroso, muy duro» lo ocurrido.

También Duque usó su cuenta de Twitter para referirse al hecho: «Repudiamos el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en Cartagena; conversé con el presidente Marito Abdo Benítez para manifestar mis condolencias y acordar toda la cooperación para hallar a responsables; el general Vargas ya está en la ciudad para adelantar las investigaciones».

De acuerdo con Vargas, una «comisión de oficiales» paraguayos llegará a Colombia para unirse al equipo de investigación y que las pesquisas serán apoyadas por autoridades de Estados Unidos.

La Cancillería paraguaya informó en un comunicado que instruyó a la embajadora en Bogotá, Sophia López Garelli, para que reúna detalles de lo sucedido.

El sitio del diario El Tiempo, de Bogotá, reveló que las autoridades pidieron la lista de pasajeros del 5 de mayo del vuelo de la aerolínea Copa en el que llegó Pecci y su esposa, ante la sospecha de que lo siguieron desde Asunción.

Se sabe que el agente fiscal ingresó a Colombia por el aeropuerto de Cartagena, se hospedó un día en el hotel Royal, pero a la jornada siguiente ya se instaló en el hotel Decamerón de la isla Barú.

El vicepresidente de Paraguay, Hugo Velázquez, dio por hecho que detrás del crimen están «las mafias organizadas» que Pecci investigaba.

«Creo que esto formaría parte de un esquema del crimen organizado de ajustar cuentas por alguna investigación que él hizo o que estaba realizando, para tratar de amedrentar a las instituciones republicanas», aseguró Velázquez a radios colombianas.

El vicepresidente puso en duda que pueda haber sido seguido desde Paraguay, «porque no es necesario, ya que el crimen organizado siempre está un paso más adelante que la ley».

Paralelamente, la Asociación de Agentes Fiscales de Paraguay llamó a una marcha «por la valentía y el coraje» para el viernes, frente a la sede de la Fiscalía General del Estado, y a un acto posterior frente al Panteón Nacional de los Héroes.