El Gobierno Nacional anuncia un aumento del gas a partir del 1° de abril, con una quita de subsidios que impactará en usuarios residenciales y diversos sectores económicos. Este anuncio durante la temporada invernal despierta críticas por su impacto desfavorable en la sociedad, especialmente en los sectores más vulnerables, aumentando el riesgo de accidentes como incendios e intoxicaciones por monóxido de carbono.
Durante los meses de invierno, los accidentes por incendios y las intoxicaciones por monóxido de carbono son lamentablemente comunes, especialmente en aquellas viviendas donde se utilizan estufas artesanales o precarias como fuente de calor. Esta situación se agrava con este incremento en el precio del gas, que podría llevar a un mayor uso de este tipo de dispositivos peligrosos en un intento por mitigar el frío.
Es fundamental resaltar que esta medida no solo afecta económicamente a los hogares de bajos recursos, sino que también incrementa el riesgo de tragedias evitables. La falta de consideración hacia las condiciones de vida de los sectores más desfavorecidos refleja una ausencia de empatía por parte de las autoridades responsables de tomar estas decisiones.
El Gobierno Nacional ha tomado la decisión de implementar un incremento en el precio del gas a partir del próximo 1° de abril, como consecuencia de la eliminación de los subsidios al precio mayorista del combustible. Esta medida, que se espera tenga un impacto significativo, se traduce en un ajuste que supera el 300% y se divide en tres tramos.
Según lo publicado en el Boletín Oficial, este ajuste tarifario afectará principalmente a hogares de altos ingresos, comercios e industrias. Las cifras del aumento, que se estima por encima del 300%, serán aplicadas en tres etapas sucesivas.
La Secretaría de Energía ha aclarado que esta medida se justifica por la quita de subsidios al precio mayorista del gas, lo que se reflejará en las boletas de los usuarios, ya que el precio del gas es solo uno de los componentes de la tarifa final. Además del precio del gas, se deben considerar los componentes de transporte y distribución, lo que aumentará aún más el impacto en las facturas.
El ajuste prevé su primera actualización en abril, seguida de una segunda entre mayo y septiembre, y finalmente una tercera actualización programada para octubre a diciembre.
Es importante destacar que este incremento afectará tanto a usuarios residenciales como a los denominados «servicio general», abarcando así un amplio espectro de la población y sectores económicos.
Gonzalo Goro – Diario de Punilla | Fuente: LNM