Decenas de personas murieron en la Franja de Gaza en una nueva noche de bombardeos israelíes de respuesta a los ataques de Hamas, mientras que una octogenaria israelí liberada ayer por el movimiento islamista palestino dijo que pasó por un «infierno» pero que fue tratada bien por sus captores.
Desde los sangrientos ataques de este mes, que dejaron cientos de muertos y heridos, el Ejército israelí bombardea la Franja de Gaza, y, desde hace varios días, dice estar preparando una posible operación terrestre contra Hamas, que gobierna la pequeña región de 2,4 millones de habitantes ubicada entre el mar Mediterráneo, Israel y Egipto.
Sin embargo, el jefe del Ejército israelí, teniente general Herzi Halevi, dijo hoy que la ofensiva terrestre estaba demorada por cuestiones «tácticas e incluso estratégicas», pero que las tropas estaban listas y que esto les daba más tiempo para estar mejor preparadas, a la espera de la orden del Gobierno.
Tanto Estados Unidos, principal aliado de Israel, como Irán, su principal enemigo, han dicho que una ofensiva terrestre israelí en Gaza podría desatar un conflicto más amplio en Medio Oriente, incluyendo ataques a tropas estadounidenses desplegadas en la región de parte de milicias chiitas proiraníes de Siria, Líbano, Irak y Yemen.
El presidente francés, Emmanuel Macron, llegó hoy de visita a Israel, donde, primero, se reunió con familiares de franceses muertos o tomados de rehenes por Hamas.
Luego se entrevistó con las máximas autoridades del país para expresarles su solidaridad y su apoyo a las acciones contra Hamas, al que comparó con el grupo yihadista Estado Islámico.
En conferencia de prensa junto al líder francés en Jerusalén, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que su país haría todo lo posible para que las hostilidades no se prolonguen, pero advirtió que, aun así, «podría ser una guerra larga».
Mientras Macron estaba en Israel, milicianos de Gaza lanzaron cohetes contra ciudades del sur, centro y norte del país, incluyendo algunos contra zonas suburbanas de Tel Aviv cercanas al aeropuerto de Ben Gurion, y otro que cayó en una de las colonias que Israel tiene en los territorios de Cisjordania que ocupa a los palestinos.
Los cohetes no causaron daños ni víctimas, dijeron autoridades.
En Gaza, en tanto, el Ministerio de Salud del Gobierno de Hamas dijo que más de 140 personas murieron y centenares resultaron heridas por ataques israelíes anoche en toda la franja costera, para un total de más de 700 en las últimas 24 horas.
El ministerio elevó a al menos 5.791 las personas muertas hasta ahora por los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza, entre ellos más de 2.300 niños.
Agregó que los heridos sumaban casi 16.300.
De su parte, las autoridades israelíes cifran en más de 1.400 las personas muertas en su territorio a manos de Hamas, la mayoría civiles baleados, mutilados o quemados en los ataques del 7 de octubre. Entre los muertos hay más de 300 militares.
Durante su incursión, los combatientes islamistas también tomaron a unos 220 rehenes.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, exigió ayer la liberación de todos ellos para poder discutir una tregua.
«Los rehenes deben ser liberados, luego podremos hablar», dijo Biden.
La semana pasada, Hamas liberó a dos rehenes estadounidenses y ayer hizo lo propio con dos ancianas israelíes, que llegaron hoy de madrugada a un centro médico en Tel Aviv donde esperaban sus familiares.
Una de ellas, Yocheved Lifshitz, de 85 años, contó el «infierno» que atravesó cuando fue secuestrada en Israel y llevada a una «telaraña» de túneles en Gaza, dijo que fue bien tratada y criticó al Ejército por no haber evitado los ataques del grupo palestino.
«Pasé por un infierno que nunca habíamos imaginado», dijo Lifshitz en declaraciones a periodistas en el hospital de Tel Aviv, al que fue llevada horas después de que Hamas la entregara a autoridades de Egipto.
Sentada en una silla de ruedas, la mujer contó que fue golpeada con palos en las costillas mientras era llevada del kibutz de Nir Oz a Gaza en una moto «con las piernas a un lado y la cabeza al otro».
Dijo que los combatientes de Hamas «arrasaron» la comunidad agrícola donde ella vivía, que sus captores le quitaron el reloj y las joyas y luego la obligaron a caminar por campos antes de llegar a una red de túneles en Gaza similar a «una telaraña».
Agregó que bajo tierra pudo ver a un grupo de otros 25 rehenes, que sus captores fueron amables, les compartían comida, y les dieron atención médica y colchones, y cuidaban de la higiene del lugar donde estaban.
Hamas dijo ayer que liberaba a Lifshitz y Nurit Cooper, de 79 años y también de Nir Oz, como un gesto humanitario y tras una mediación de Qatar y Egipto. El marido de Lifshitz, Oded, de 83 años, permanece cautivo.
Tres días antes, la semana pasada, Hamas liberó a otras dos mujeres estadounidenses, gracias a otra mediación de Qatar.
En Doha, en tanto, el emir de Qatar, jeque Tamim Bin Hamad Al Thani, criticó hoy a los países que apoyan a Israel, de los que dijo que le dieron «un permiso para matar» a palestinos luego de los ataques de Hamas.
El Ejército israelí intensificó desde el domingo sus bombardeos contra la Franja de Gaza con vistas a la «próxima etapa» de su respuesta a los ataques del movimiento palestino, al que dice querer desmantelar por completo.
El enclave palestino está bajo «asedio total» desde el 9 de octubre, sin suministros de agua, comida, electricidad y combustible, aunque desde hace unos días comenzó a recibir ayuda humanitaria a cuentagotas por el paso de Rafah, en la frontera con Egipto.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo hoy que casi las dos terceras partes de los centros médicos de Gaza -46 de 72, incluyendo 12 de 25 hospitales- dejaron de funcionar en medio de un gran incremento de los ataques de Israel en el territorio.
El Ejército israelí dijo hoy haber lanzado 400 ataques aéreos el último día en Gaza, en los que mató a comandantes de Hamas y destruyó escondites desde los que se lanzan cohetes a Israel, centros de comando y redes de túneles.
Ayer entró a Gaza un tercer convoy de 20 camiones con ayuda humanitaria, llevando a 50 el número total de vehículos desde el sábado, lejos de los 100 diarios que la ONU considera necesarios para atender a la población.
Según la ONU, al menos 1,4 millones de palestinos han sido desplazados y la situación humanitaria es «catastrófica».
El Alto Comisario para los Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, pidió ayer un «alto el fuego humanitario inmediato» en Gaza, donde ya han muerto 35 trabajadores del organismo de Naciones Unidos para los refugiados palestinos (Unrwa).
Irán, aliado de Hamas, advirtió que la situación puede convertirse en «incontrolable» en Medio Oriente.
Desde Teherán, el canciller ruso, Serguei Lavrov, dijo que el refuerzo militar de Estados Unidos en la región -que incluye el envío de dos portaaviones- puede llevar a una «escalada del conflicto».
Ayer, el vocero del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, John Kirby, dijo que había habido un aumento de los ataques con cohetes y drones de parte de milicias proiraníes contra tropas estadounidenses en Siria e Irak.
Agregó que Estados Unidos estaba «profundamente preocupado por la posibilidad de una escalada significativa» en los próximos días y en «conversaciones activas» con Israel sobre las ramificaciones potenciales de una acción militar más amplia.
Fuente: Télam