El Sumo Pontífice se expresó ante la decisión de Turquía de transformar en mezquita la basílica de Santa Sofía, en Estambul.
La Basílica de Santa Sofía, dedicada a la Sabiduría Divina, fue inaugurada en 537, en los tiempos del emperador Justiniano. Fue convertida en mezquita, cuando los otomanos conquistaron Constantinopla en 1453 y la rebautizaron como la ciudad de Estambul.
Por decreto del padre fundador de la Turquía moderna, Mustafá Kemal Ataturk, se convirtió en museo en 1934. El pasado viernes, un decreto del Presidente Recep Tayyip Erdogan, que llegó inmediatamente después de la decisión del Consejo de Estado de anular la decisión de Ataturk aceptando la petición de un pequeño grupo islamista local, establece la transferencia de la gestión del sitio bizantino del Ministerio de Cultura a la Presidencia de Asuntos Religiosos, convirtiéndolo efectivamente en la Mezquita de Santa Sofía. En un discurso a la nación, el presidente turco anunció que la primera oración se celebrará en Santa Sofía el 24 de julio.
Domingo del Mar y Santa Sofía
Este domingo 12 de julio, después de rezar la oración mariana del Ángelus, el Papa recordó que hoy se celebra el Domingo del Mar y dirigió su mirada hacia Estambul, hacia Santa Sofía, ahora convertida en mezquita. «Estoy muy dolido», dijo el Papa refiriéndose a esto. Luego saludó a los fieles de Roma y a los peregrinos de varios países, especialmente a las familias del Movimiento de los Focolares.
Finalmente, Francisco dirigió un saludo y expresó su gratitud a»los representantes de la Pastoral de Salud de la Diócesis de Roma, pensando en los muchos sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que han estado al lado de los enfermos en este período de pandemia».
La advertencia del patriarca Bartolomé
El Patriarca Ecuménico de Constantinopla Bartolomé, en los últimos días, había denunciado los riesgos de tal decisión: «Empujará a millones de cristianos de todo el mundo contra el Islam». En virtud de su carácter sagrado, Santa Sofía, había señalado el Patriarca, «es un centro de vida, en el que Oriente y Occidente se abrazan», y su reconversión en un lugar de culto islámico «será una causa de ruptura entre estos dos mundos». En el siglo XXI es «absurdo y perjudicial que Santa Sofía, desde un lugar que ahora permite a los dos pueblos encontrarse y admirar su grandeza, pueda volver a ser motivo de oposición y confrontación».
«es un centro de vida, en el que Oriente y Occidente se abrazan»
Patriarca Ecuménico de Constantinopla Bartolomé
Atenas: una provocación
El gobierno griego ha descrito la decisión del tribunal turco como una «provocación al mundo civilizado». «El nacionalismo mostrado por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan hace que su país se remonte a seis siglos atrás», dijo la ministra de cultura griega Lina Mendoni en una declaración.
Patriarcado de Moscú: graves consecuencias
«La preocupación de millones de cristianos no ha sido escuchada». El portavoz de la Iglesia Ortodoxa Rusa Vladimir Legoida dijo a la agencia Interfax. Para el Arcipreste Nikolai Balashov, jefe adjunto de relaciones exteriores de la Iglesia Ortodoxa Rusa, «este es un evento que podría tener graves consecuencias para toda la civilización humana».
Cualquier crítica es un ataque a nuestra independencia
Recep Tayyip Erdogan – Presidente Turco
Erdogan, respondiendo a las críticas, defendió la decisión invocando la «soberanía nacional» y asegurando que las puertas de Santa Sofía seguirán abiertas a todos, musulmanes y no musulmanes, como es el caso de todas las mezquitas: «Cualquier crítica», dijo, «es un ataque a nuestra independencia». Cientos de creyentes musulmanes fueron ante Santa Sofía gritando: «Alá es grande». El jefe de la Asociación para el Servicio de Fundaciones Históricas y el Medio Ambiente dijo que continuar dejando a Santa Sofía como un museo «dañaría la conciencia de la gente».
El pesar de la UNESCO: Santa Sofía sigue siendo un símbolo de diálogo
La UNESCO lamentó profundamente la decisión de Turquía de cambiar el «valor universal excepcional» del sitio, «un poderoso símbolo de diálogo». «Un país -dice la agencia de la ONU- debe asegurarse de que ningún cambio socave el extraordinario valor universal de un sitio de su territorio que esté en la lista. Cualquier modificación debe ser notificada por el país a la Unesco y verificada por el Comité del Patrimonio Mundial».
Info: ACI Prensa | Reuters | DW