Luego de pasar por varias operaciones y cuidados intensivos en el Hospital Pediátrico de Córdoba, donde llegó en condiciones muy delicadas de salud y recibiendo transfusiones de sangre y plasma para poder levantar sus defensas, la niña recibió este lunes 9 de noviembre el alta médica.
La pequeña Priscila, ingresó al servicio de terapia intensiva el 4 de noviembre, luego de recibir el ataque por parte de su padre, Gerardo Javier Reyna (39) al igual que su hermano, Thiago (9), quién no pudo salvar su vida en el citado ataque y que según palabras de su madre, «Thiago dio la vida por su hermana».
En declaraciones a la prensa, la mamá del niño y la niña, Brenda Moyano, dijo que «no había explicación» por el accionar de su exmarido contra sus hijos y que «Thiago es un nene que dio la vida por su hermana, eso me dice mi presentimiento de madre y que con el tiempo voy a saber cómo fue todo», agregando, «Hubiera preferido la vida de mis dos hijos en vez de la de él. Si a una mujer el marido le dice ‘si me dejás, me mato’, es preferible que se mate en vez de que maten a tus hijos«. y aseguró que «Nunca me imaginé que íbamos a llegar a esto. No me queda otra que pedir justicia por mi hijo y que mi hija pueda salir adelante y poder volver a casa con ella, que es lo único que necesito».
Tantos rezos y pedidos de milagros, finalmente este lunes se concretaron con el alta médica que recibió la pequeña Priscila.
Su madre, visiblemente conmovida, dijo a los medios que «es un milagro, es la luz después de tanta oscuridad. Es duro seguir, pero me queda ella, así que feliz de la vida».
Como siguen los cuidados y el caso judicialmente
Priscila deberá ser monitoreada en forma periódica y durante un tiempo deberá volver al hospital para controlar sus heridas.
En tanto, el mencionado agresor Gerardo Javier Reyna (39), enfrenta la acusación de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por femicidio vinculado en perjuicio de su hijo Thiago (9), y un homicidio en grado de tentativa con los mismos agravantes en perjuicio de su hija Priscila (6), por lo que podría enfrentar una sentencia de prisión perpetua.
Sin dudas un hecho que golpeó a la ciudad del norte de Punilla y a toda la provincia que merece justicia, una justicia que no traerá a la vida al pequeño Thiago, pero sin dudas hará llegar algo de alivio a Brenda que perdió lo mas preciado que podemos tener en esta vida, como son los hijos y que inexplicablemente arrebató un padre de forma egoísta.