Rusia aspira a controlar totalmente el sur de Ucrania y la región del Donbass (este), con el fin de tener un puente terrestre hacia Crimea, que se anexó en 2014, afirmó hoy un importante responsable militar ruso.
«Desde el inicio de la segunda fase de la operación especial, que comenzó hace dos días, uno de los objetivos del ejército ruso es establecer un control total sobre el Donbass y el sur de Ucrania», declaró Rustam Minnekayev, subcomandante de las fuerzas del distrito militar del centro de Rusia.
Ello «va a permitir asegurar un corredor terrestre hacia Crimea y una influencia en las infraestructuras claves de la economía ucraniana, como los puertos del mar Negro a través de los cuales se realizan los despachos de los productos agrícolas y metalúrgicos», afirmó el militar, citado por agencias de noticias rusas, en una reunión con empresas en un complejo militar-industrial en Ekaterinburgo.
Según Minnekayev, el control del sur de Ucrania también va a permitir ayudar a los separatistas prorrusos de Transnistria, que desde 1992 controlan un territorio de Moldavia fronterizo con el oeste de Ucrania.
«El control del sur de Ucrania es también un corredor hacia la Transnistria, donde también observamos casos de opresión de la población rusoparlante», afirmó el general, de acuerdo con una reseña de la agencia de noticias AFP.
Moldavia es un pequeño país de habla rumana que formó parte de la antigua Unión Soviética y ahora está dirigido por un gobierno prooccidental.
La región del Donbass comprende la cuenca minera esteña donde Ucrania combate con separatistas prorrusos desde 2015 luego de incumplir con lo que se había comprometido en sendos acuerdos de paz firmados en Minsk, como permitir la enseñanza escolar del idioma ruso y la elección de autoridades regionales, entre otros puntos.
Desde 2015 a fines de 2021, la ONU llevaba registradas más de 14.000 muertes de combatientes de ambos bandos producto del conflicto.
La inestabilidad política en la región y la política ucraniana que Moscú calificó como «criminal» originó la invasión lanzada por el gobierno de Vladimir Putin el 24 de febrero pasado.
El reclamo del Kremlin incluye la violación por parte de Ucrania de los Acuerdos de Paz de Minsk, de 2014 y 2015, que obligaban a Kiev a darle a dos provincias -Lugansk y Donetsk, que en sendos referendos votaron por separarse de Ucrania- autonomía y posibilidades de elegir sus propias autoridades regionales, además de permitir la enseñanza escolar del idioma ruso.
Ucrania, en cambio, afirma que, con la operación militar, Rusia pretende arrasar con la cultura y la historia ucraniana, y derrocar al presidente Volodomir Zelenski para promover que llegue al poder un dirigente cercano a Moscú. ||| Info: Télam