CÓRDOBA | Con autorización del COE flexibilizará algo más, pero sin pasar a la fase 5

Gracias por compartir esta información
  • Esta semana, el COE analizará nuevas aperturas, pero en forma escalonada.
  • Capital e interior se unificarían en los criterios.
  • Expertos en salud pública piden cautela.

Através de un decreto de necesidad y urgencia con el que rearmó el cuadro de la pandemia en el país, el Gobierno nacional resolvió que la provincia de Córdoba pasara completa a la etapa de distanciamiento social a partir del 1° de julio.

Esto implica que la ciudad de Córdoba puede salir del aislamiento (con mayores restricciones) y flexibilizar nuevas actividades, a tono con el interior provincial.

Fuentes del Ministerio de Salud provincial informaron a La Voz que el modo se dará a conocer esta semana, después de una reunión con el comité de asesores. Pero adelantaron que una nueva apertura no será volver a fase 5.

“Estamos analizando múltiples variables que nos permiten indicar que la ciudad de Córdoba podría pasar al distanciamiento social. Pero esto no quiere decir que de repente se autoricen aperturas sin control. Hay actividades que seguirán prohibidas y las que se autoricen lo harán bajo protocolo estricto”, explicó Gabriela Barbás, secretaria de Prevención y Promoción de la Salud.

Como las provincias no delegan sus facultades en salud, el alcance del decreto nacional deberá ser evaluado por cada jurisdicción.

Entre el miércoles y el jueves de esta semana, la cartera sanitaria provincial convocará a su comité de expertos. Y el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) decidirá luego habilitar nuevas actividades.

Los números de Córdoba ya fueron analizados el sábado pasado por la Dirección Nacional de Epidemiología, lo que fundamentó, dos días más tarde, el decreto presidencial.

En Córdoba continuará vigente la distinción entre zonas «blancas» y «rojas». Las primeras dan cuenta de los departamentos o localidades que no registran casos en los últimos 30 días. Los segundos, aquellos que cuentan con diagnósticos positivos activos.

Dos brotes activos

Barbás aclaró que si bien la ciudad de Córdoba sigue registrando transmisión comunitaria, la situación es distinta a la del Área Metropolitana de Buenos Aires, Chaco y Río Negro, donde la circulación local del virus es sostenida.

“Si bien en los últimos días se viene registrando un aumento de casos, la mayoría están vinculados al brote de Villa Dolores. Fueron contactos estrechos relacionados, donde estamos haciendo una búsqueda activa. Cada vez que intervenimos en brotes, se da un incremento, pero después cae. Distinto es tener 18 casos de los cuales 10 tienen un nexo desconocido o están repartidos por distintos puntos de la provincia”, argumentó.

Según el reporte epidemiológico provincial, del sábado pasado, existen en Córdoba dos brotes en curso: el de barrio Rivadavia (en Capital) y el de Villa Dolores.

El primero se encuentra “contenido”, según explicó Barbás, ya que “la cantidad de casos nuevos es muy poca y cada vez menos”. En cambio, en Traslasierra existe un brote más activo que involucra a varias localidades.

“La mayoría de nuestros casos son por conglomerado, es decir, contactos estrechos de algún positivo. Y menos del dos por ciento son por transmisión comunitaria. Estas situaciones son dinámicas y pueden cambiar. Por eso estamos evaluando una apertura de actividades, pero que será escalonada y analizada por un comité de expertos”, agregó Barbás.

Entre números

La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere distintos criterios para tener en cuenta a la hora de flexibilizar. Uno de ellos es la disponibilidad de camas críticas. Otra es la tasa de duplicación de casos que, según el último informe epidemiológico, fue de 45,5 días en mayo y en junio para Córdoba.

El nivel reproductivo del virus (R0) es otro de los indicadores que toma en cuenta la Provincia. Cuando el promedio de contagios por caso positivo es menor a uno, es una buena señal para flexibilizar, informaron en ese momento.

Según el parte del último sábado, el R0 en Córdoba capital es de 1.12; y en la provincia, de 1.34.

En su reciente decreto que varió el cuadro, la Nación diferenció entre los distritos y las provincias que deben mantener aislamiento social (con más prohibiciones) y aquellos a los que se les permite distanciamiento social, es decir, más flexibilizaciones. Ese criterio regirá al menos hasta el 17 de julio.

Expertos piden cautela

Especialistas en salud pública solicitan precaución a la hora de flexibilizar. Alertan sobre la falsa sensación de seguridad de la mayoría de los cordobeses y aclaran que el riesgo de diseminación del virus se mantiene latente.

“Si Córdoba autoriza salir del aislamiento y pasar al distanciamiento social, debe haber más controles. No puede quedar librada a la gente la responsabilidad de cumplir o no con los protocolos. La mayoría de los últimos brotes se han dado por reuniones sociales, por compartir el mate o no cumplir con las medidas de prevención”

infectólogo Hugo Roland.

El especialista indicó que se están dando más infecciones por vía aérea, a través de partículas virales que se diseminan por el aire. “El invierno nos juega en contra, porque permanecemos más tiempo en lugares cerrados. La mayoría de los sistemas de calefacción hacen que el aire recircule, y con ellos los virus. Los bares y los restaurantes que quieran abrir deben tener filtros o ductos de retorno para que el aire circule en una dirección, desde adentro hacia afuera”, sugirió.

103 días cerrados. Bares y restaurantes de la Capital cordobesa esperan poder reabrir sus puertas al público, con protocolos. (Javier Ferreyra)

103 días cerrados. Bares y restaurantes de la Capital cordobesa esperan poder reabrir sus puertas al público, con protocolos. (Javier Ferreyra)

Por su parte, Ernesto Gagliano, magíster en Salud Pública, coincidió en que no se puede dejar únicamente en manos de la gente el cumplimiento de los protocolos. “Es la primera vez que una pandemia cuenta con un componente político tan fuerte. El planeta entero se ha parado. Hay una especie de tensión entre el riesgo epidemiológico y el clima social. Por un lado, está la realidad sanitaria. Pero, por otro, la situación de la industria, del comercio y el hastío de la población que se resiste a seguir encerrada”, opinó.

Sobre Córdoba, destacó la tarea realizada para controlar cada foco. Pero advirtió que el riesgo sigue latente, ya que en los últimos días se viene registrando un aumento de casos. “Nuestra provincia está haciendo bien las cosas, aunque creo que deberíamos tener más precauciones de las que estamos teniendo”, señaló.

Gagliano indicó que la situación actual no puede calificarse en términos de blanco o negro, sino con matices. Y que el mundo se ha manejado en función de ensayo y error. “Creo que se toma la decisión de flexibilizar y ver cómo nos va. Hay muchas variables que intervienen, así como disciplinas que opinan y presiones que se ejercen. Y la decisión final es más política que epidemiológica”, marcó.

Nora Glastein, presidenta de la Sociedad de Epidemiología de Córdoba, indicó que serán necesarias acciones de fuerte impacto educativo en la comunidad. “Es importante que podamos ir abriendo el juego, pero con medidas de prevención y mucha capacitación”, dijo. Y acotó que difiere la realidad de cada barrio y sugiere especial atención en los más vulnerables.

IFE y ATP, sólo para las provincias con más casos

La reasignación de la situación de Córdoba la dejaría afuera.

La asistencia del Estado nacional para mitigar el parate económico derivado de la cuarentena comienza a limitarse, desde julio, para la mayoría de las provincias. Entre ellas, para Córdoba. En esta nueva etapa, subsidios como el IFE para sectores vulnerables y el pago de parte de los sueldos a las empresas, se concentrarán en las regiones con transmisión comunitaria más critica. Con el decreto del último domingo, Córdoba ya no figurará en esa condición desde el 1° de julio.

Qué actividades entran en discusión esta semana

Mañana habrá una reunión de autoridades del Ministerio de Salud con el comité asesor integrado por expertos en materia sanitaria y con los integrantes del Centro de Operaciones de Emergencias (COE) en la que se analizarán las posibles nuevas flexibilizaciones de actividades que podrían aplicarse para la Capital y el interior de la provincia.

El ministro de Salud, Diego Cardozo, anticipó ayer que de ese debate dependerán las decisiones por comunicar en esa materia.

“Hay actividades que nos preocupan por la cantidad de movimiento que generan. La gastronomía es un tema que lo venimos analizando. Pero siempre uno es precavido con el objetivo de que no se vaya a diseminar la patología. Otro de los temas es el trabajo doméstico. Queremos ver cómo ayudamos a esa gente. Y los gimnasios son otra parte que nos falta poner en marcha. Esos son los rubros más grandes”, señaló en declaraciones a Radio Mitre.

En la ciudad de Córdoba, la mayor expectativa está puesta en bares y en restaurantes, que ya tienen sus protocolos sanitarios aprobados y aguardan el permiso oficial para reabrir al público, tal como desde hace casi un mes pudieron hacerlo en todo el interior provincial.

El personal doméstico también está pendiente de habilitación en la Capital, aunque en el interior ya fue autorizado. Es el otro rubro en el que hay expectativa de novedades inminentes.

Otra actividad permitida en el interior, pero no aún en la ciudad de Córdoba, es la de academias de danzas y centros de yoga, o similares.

Los gimnasios y los jardines maternales (o guarderías) son actividades que no están permitidas aún en ninguna zona de la provincia. Ambos sectores se vienen movilizando con reclamos, aunque no hay certeza de que puedan integrar el lote de los nuevos habilitados en el corto plazo.

Dentro del COE hay voces que admiten que se trata de ámbitos de los más complejos en relación con los riesgos de contagio que representan.

También quedan pendientes algunas modalidades de obras privadas en inmuebles habitados.

En hotelería, rigen permisos pero muy restrictivos y sólo en algunas ciudades del interior, para alojar a personas sólo ligadas a actividades esenciales.

Las reuniones familiares de hasta 10 personas, en principio, seguirán permitidas para los fines de semana, pero no se ampliaría el criterio para encuentros sociales no familiares.

A la vez, parece más lejano el abordaje respecto de salas de cine y de espectáculos, de salones de fiestas, de academias de enseñanza en aulas, de boliches y del alojamiento turístico. Las clases presenciales en escuelas tampoco están en discusión.

Info: La Voz