Por Khuloud Rabah Sulaiman | Gaza
A medida que se establece un alto el fuego en Gaza, del territorio sitiado surgen historias de miedo, resignación y supervivencia.
Muchos civiles aterrorizados comenzaron a despedirse de sus familiares y amigos durante el ataque de 11 días, por temor a morir en uno de los ataques israelíes más intensos contra el enclave palestino.
Ibrahim al-Talaa, de 17 años, vive en el campo de Mughazi en el centro de la Franja de Gaza. Fue uno de los que enviaron una despedida final a familiares y amigos a través de Facebook.
Ibrahim relató su día más duro en el sangriento ataque cuando aviones de combate israelíes bombardearon fuertemente cerca de su casa. Dijo que sentía que era el fin para él y los seres queridos que lo rodeaban.
“Los aviones de combate israelíes bombardearon muchos lugares diferentes en mi área con más de 40 misiles consecutivos, sin emitir las advertencias previas que solían emitir en las últimas tres guerras. El sonido de los bombardeos y los bombardeos fue tan aterrador que no puedo describirlo ”, dijo Ibrahim.
“Mientras las bombas caían pesadas y cerca, la casa temblaba como si fuera a caer sobre nuestras cabezas… Mis nervios colapsaron y estaba a punto de gritar, pero traté de contenerme, solo para darle algo de fuerza a mi familia. Vi a mi hermana de 13 años llorando en silencio. La abracé un rato tratando de animarla. Le traje un vaso de agua y traté de calmar su miedo, aunque estaba más que asustado «.
Todos mueren juntos
El número de muertos palestinos el sábado fue de 248, incluidos 66 niños, con más de 1.900 heridos por ataques aéreos y de artillería israelíes. El lanzamiento de cohetes mató al menos a 12 personas en Israel, incluidos dos niños.
Después de que comenzó la acción militar israelí contra Gaza, la familia de Ibrahim, incluidos sus padres, cuatro hermanos y tres hermanas, se reunieron en una habitación con la esperanza de que todos sobrevivieran, o murieran, juntos.
Cuando los aviones israelíes atacaron, la familia al-Talaa comenzó a despedirse.
“Mientras oíamos el sonido de bombas acercándose mucho más y varias ambulancias acercándose, nos miramos de despedida y luego nos abrazamos calurosamente”, dijo Ibrahim.
El adolescente luego escribió una publicación de despedida en Facebook. “Mi amigo me llamó para ver cómo estaba después de que lo publiqué y le dije cuánto lo amo”, dijo.
“Como palestino en Gaza, se me priva de mi simple derecho a vivir en condiciones de seguridad. Le pedí a mi amigo que difundiera mi mensaje de que no perdonaré a ningún ser humano y presidente en este mundo que apoye la ocupación israelí , se normalice con ellos o incluso se quede en silencio», aseguró
Escape urgente
Reem Hani, de 25 años, vive en el barrio de Shuja’iyya con sus padres y cinco hermanos. El 14 de mayo, el ejército israelí comenzó a bombardear la frontera oriental de la ciudad de Gaza a unos 100 metros de distancia.
«Después de cuatro horas, el bombardeo se volvió mucho más pesado y cercano, golpeando al azar en todas direcciones», le dijo a Al Jazeera. “Locamente, mi hermano mayor nos gritó que corriéramos y subiéramos al auto. Trajimos una bolsa de pertenencias con todos nuestros documentos ”.
En 2014, Israel también atacó el barrio de Shuja’iyya con aviones y tanques, arrasando la mayoría de las casas. Esta vez, mientras huía en el automóvil de su padre, Reem presenció la misma escena de seis años antes con cientos de personas corriendo por las calles, algunas descalzas y cargando a sus hijos, todas dirigiéndose hacia el oeste de la Franja de Gaza.
Otros viajaban en motocicletas, taxis y burros, las constantes explosiones iluminaban la oscuridad.
“Mi familia y yo sobrevivimos en 2014, pero no esperábamos sobrevivir esta vez porque lanzaron más de 50 ataques aéreos a nuestro alrededor mientras estábamos en el automóvil. Seguí abrazando a mis hermanos pequeños, derramando lágrimas y temiendo morir antes de llegar a nuestro destino ”, dijo Reem.
«También envié mensajes de despedida a mis amigos cercanos, pidiéndoles que me mantuvieran en sus pensamientos y oraciones después de mi muerte».
Reem y su familia “sobrevivieron con la misericordia de nuestro Dios”, dijo, y ahora se están quedando con su tío en un piso alquilado, después de que su propio apartamento fuera atacado por un ataque con drones.
‘Todos nosotros apuntamos’
Maha Saher, de 27 años, del barrio de al-Zaytoun, es madre de dos hijas: Sara, de 4, y Rama, de cinco meses. Su esposo es reportero gráfico, por lo que cuando comienzan los ataques en Gaza, debe dejar a su familia para hacer su trabajo.
“Soy totalmente responsable de proteger a mis hijas de cada daño mínimo en esta guerra brutal en ausencia de mi esposo”, dijo Maha.
“Temo por mi esposo mientras transmite la verdad a través de sus fotos al mundo occidental, y por mis hijas porque todos nosotros, niños, mujeres, periodistas, médicos y todos los civiles, estamos siendo atacados por ellos”, agregó.
Aviones de combate israelíes bombardearon tres casas en la calle al-Wehda el domingo pasado, aplastando a los habitantes debajo de los escombros, un ataque que mató a 42 civiles, en su mayoría niños y mujeres.
“Luego destruyeron la calle para evitar que las ambulancias y los camiones de bomberos llegaran a los edificios destruidos y a las personas heridas”, dijo Maha.
“Me temo que atacarán mi apartamento mientras dormimos, como hicieron con la masacre de la calle al-Wehda. No le temo a la muerte misma. Pero temo perder a uno de mis hijos, o que ellos me pierdan a mí «.
Ella dijo que se quedó despierta toda la noche durante los ataques para cuidar a sus hijos y luego durmió durante unos 30 minutos después del amanecer todos los días. Durante el ataque más fuerte, su hija Sara lloró desconsoladamente y pidió a su padre que regresara a casa.
“Llamé a mi esposo para que Sara hablara con él. Ella le dijo lo mucho que lo extrañaba y le pidió que fuera a jugar con ella. Se quedó en silencio, incapaz de responder ”, dijo Maha.
Info: AlJazeera