Este año, el tema del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”, celebra los enormes esfuerzos realizados por mujeres y niñas de todo el mundo a la hora de definir un futuro más igualitario y la recuperación ante la pandemia de Covid-19, y resalta las deficiencias que persisten.
Las mujeres del mundo desean y merecen un futuro igualitario sin estigma, estereotipos ni violencia; un futuro que sea sostenible, pacífico, con igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas. A fin de lograr este objetivo, el mundo necesita mujeres en todas las mesas en las que se tomen decisiones.
Con la participación y el liderazgo plenos y efectivos de las mujeres en todos los ámbitos de la vida se consigue el progreso para todo el mundo. Sin embargo, las mujeres siguen sin tener suficiente representación en la vida pública y la toma de decisiones, tal y como refleja el reciente informe del Secretario General de las Naciones Unidas.
Informe completo del Secretario General de las Naciones Unidas.
E_CN.6_2021_3_S-informe-participacion-mujer-onuLas mujeres son jefas de Estado o de gobierno en 22 países, y únicamente el 24,9 por ciento de los parlamentarios nacionales son mujeres. Al ritmo de progreso actual, la igualdad de género entre jefas y jefes de gobierno tardará otros 130 años.
Asimismo, las mujeres se encuentran al frente de la batalla contra la Covid-19, como trabajadoras del sector de la salud y en primera línea, y como científicas, médicas y cuidadoras; no obstante, ganan un 11 por ciento menos globalmente en comparación con sus homólogos masculinos. Como señala un análisis de equipos de trabajo sobre la Covid-19 de 87 países, solamente el 3,5 por ciento de estos tenían paridad de género.
Cuando las mujeres están al cargo, se observan resultados positivos. Varias de las respuestas más eficientes y ejemplares ante la pandemia de la Covid-19 han sido dirigidas por mujeres. Y las mujeres, especialmente las jóvenes, son quienes organizan movimientos diversos e inclusivos en línea y en la calle a favor de la justicia social y la igualdad o la lucha contra el cambio climático en todas partes del mundo. Sin embargo, las mujeres de menos de 30 años de edad representan menos del 1 por ciento de los parlamentarios a escala mundial.
Por todo ello, el Día Internacional de la Mujer de este año es un clamor a favor de la Generación Igualdad, a fin de actuar para conseguir un futuro igualitario para todas y todos. El Foro Generación Igualdad, la reunión más importante para la inversión y la adopción de medidas por la igualdad de género, dará comienzo en Ciudad de México entre el 29 y el 31 de marzo, y se clausurará en París en junio de 2021. Este evento congregará a personas líderes, visionarias y activistas de todo el mundo, de manera segura en una plataforma virtual, a fin de impulsar un cambio transformador y duradero para las generaciones venideras.
Te animamos a obtener más información sobre el Foro Generación Igualdad, a conocer al grupo de activistas y a inspirarte con las historias de mujeres líderes a las que admiramos.
Evento: Celebración del Día Internacional de la Mujer 2021 de las Naciones Unidas
Declaración de la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres Phumzile Mlambo-Ngcuka, sobre el Día Internacional de la Mujer 2021
Mujeres en la toma de decisiones: la necesidad de cambiar el ritmo
Fecha: lunes, 8 de marzo de 2021
El Día Internacional de la Mujer llega este año en un momento difícil para el mundo y para la igualdad de género, pero que al mismo tiempo es perfecto para luchar en favor de una acción transformativa y para reconocer a las mujeres y la juventud por su incansable esfuerzo de promoción de la igualdad de género y los derechos humanos. Nuestro objetivo es aumentar el liderazgo de las mujeres y su representación en todas las esferas de toma de decisiones –donde en la actualidad predominan los hombres– sobre las cuestiones que afectan a sus vidas. La falta de representación de los intereses de las mujeres dura ya demasiado y se ha convertido en un problema universal con consecuencias catastróficas.
Mientras tratamos de hacer frente a las extraordinarias penurias que ha traído consigo la COVID-19 para millones de mujeres y niñas y para sus comunidades, no podemos perder de vista las sólidas oportunidades que nos brindan el Foro Generación Igualdad y las Coaliciones para la Acción para impulsar un cambio.
Durante la pandemia se ha producido un aumento de la violencia contra las mujeres y las niñas; estas últimas han perdido muchas horas de aprendizaje debido al incremento de las tasas de abandono escolar, de las responsabilidades de cuidados y de la cifra de matrimonios infantiles. Decenas de millones de mujeres más se están viendo abocadas a la pobreza extrema, dado que están perdiendo sus puestos de trabajo a un ritmo mayor que los hombres y pagando el precio de la falta de acceso a tecnologías digitales o de capacidad para manejarlas. La solución de estos y otros muchos problemas no puede dejarse exclusivamente en manos de los hombres. Sin embargo, pese a que existen notables excepciones, en la mayoría de los países simplemente no hay suficiente masa crítica de mujeres en puestos de liderazgo y de adopción de decisiones para garantizar que se aborden estos temas de forma eficaz. Esto ha afectado al ritmo global de cambio para las mujeres.
Existen algunos logros que son motivo de celebración, mujeres que han llegado a lo más alto de entidades como la Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Central Europeo, y esperamos que se produzcan más nombramientos de este tipo que ayudarán a cambiar el panorama del liderazgo. Sin embargo, estos casos suponen claramente una excepción. En 2020, como promedio mundial, las mujeres representaban el 4,4% de los cargos de dirección general, ocupaban tan sólo el 16,9% de los puestos en consejos de administración, apenas el 25% de los escaños en los parlamentos nacionales y suponían solamente un 13% del total de las personas involucradas en negociaciones de paz. Sólo 22 países cuentan en la actualidad con una mujer como Jefa de Estado o de Gobierno, y en 119 esto no ha ocurrido jamás, algo que tiene importantes consecuencias para las aspiraciones de las niñas a medida que se van haciendo mayores. Si se mantiene la trayectoria actual no será posible alcanzar la paridad de género en los máximos cargos de responsabilidad antes de 2150.
Esto puede y debe cambiar. Se necesita voluntad política para respaldar activamente y de manera consciente la representación de las mujeres. Las y los líderes pueden establecer y cumplir objetivos de paridad, incluso mediante nombramientos para todos los cargos directivos en todos los niveles de gobierno, como ha ocurrido en los escasos países cuyos consejos de ministros son igualitarios desde el punto de vista del género. Las medidas especiales pueden funcionar; aquellos países que han fijado y aplicado cuotas de género han conseguido un progreso real en el liderazgo de las mujeres, al igual que los que han implantado políticas para abordar la representación. Allí donde no existe este tipo de medidas, el progreso es más lento o incluso inexistente, y se puede revertir con facilidad.
Ningún país prospera sin la implicación de las mujeres. Necesitamos que su representación refleje a todas las mujeres y niñas, en toda su diversidad y con todas sus capacidades, así como en todas las situaciones culturales, sociales, económicas y políticas. Es la única forma de conseguir un auténtico cambio social que incorpore a las mujeres como iguales en la toma de decisiones y nos beneficie a todas y todos.
Esta es la visión de la Agenda 2030, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing; la de la sociedad civil y la de multitud de jóvenes que ya están liderando el camino, así como la de todas aquellas personas que se unirán a nosotras y nosotros en las Coaliciones para la Acción del Foro Generación Igualdad. Necesitamos actuar de manera firme y decidida en todo el mundo para que muchas mujeres pasen a ocupar un lugar central en los espacios de toma de decisiones, en pie de igualdad con los hombres, y para que podamos avanzar inmediatamente hacia un mundo más ecológico, más equitativo y más inclusivo. Informe: ONU MUJERES (unwomen.org)
ARGENTINA
8M: un paro para cambiarlo todo
Compartimos un texto de Agustina Iglesias Skulj, Coordinadora del Área de Investigación de la ECAE, donde analiza los orígenes y objetivos del Paro Internacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, No Binaries e Intersex Trabajadorxs. | Por Agustina Iglesias Skulj
Foto: María Pirsch
El 8M conmemora la muerte de 129 mujeres en la fábrica Cotton (Chicago 1908) durante una huelga iniciada para exigir una jornada laboral de 8 horas, una remuneración igual a las de sus compañeros varones y condiciones dignas de trabajo. Protestaban ocupando la fábrica, y ésta ardió.
Pasada más de una centuria desde aquella trágica jornada, este 8M paramos para visibilizar que “Nosotras y nosotres movemos el mundo” y que la situación de las mujeres cis, trans, travestis, bisexuales, lesbianas, pobres, racializadas no ha cambiado tanto.
Según cifras del Ministerio de Economía las mujeres ganan en promedio un 30% menos que los hombres y estamos expuestas a mayores niveles de precarización y desempleo. Según la OIT, en 2018, el 25% de las mujeres en edad laboral declararon no estar disponibles para el empleo por estar dedicadas al trabajo de cuidados no remunerado.
Desde los años setenta el movimiento feminista ha puesto en el epicentro de la política el reconocimiento del trabajo reproductivo condenado a ser gratuito, desvalorado y obligatorio. Una consigna lo define estupendamente: lo que llaman amor es trabajo no pago.
Por su parte, el Ministerio de mujeres, géneros y diversidad ha puesto a los cuidados en el centro, se trata entonces de romper la histórica alianza entre las tareas de cuidado con los mandatos de género. Denunciamos que aquello que se asigna a la “naturaleza” no es más que una torsión del heterocispatriarcado para invisibilizarse, para salirse del ámbito de lo político y permanecer incuestionado.
Hablar de la economía de los cuidados amplía las miradas sobre la precarización y la informalización del mercado laboral actual. Asimismo, visibiliza la extensión de nuestra jornada laboral, la superposición de tareas y la disponibilidad permanente. A ello debe añadirse otra demanda emergente de los últimos años: la lucha contra la deuda externa con consignas tales como: ¡Vivas, libres y desendeudadas nos queremos! (Argentina), ¡Nosotras contra la deuda! (Puerto Rico), ¡Nos deben una vida! (Chile), ¡No debemos, no pagamos! (España). Es algo histórico: que el movimiento feminista transnacional politice la cuestión financiera.
Se suman a las viejas luchas impulsos renovados para el reconocimiento económico, cultural y social de nuestro aporte al sostenimiento de la vida. Este paro internacional amplifica el grito global en contra del proyecto neoliberal y heterocispatriarcal: la deuda es con nosotras y nosotres.
- Coordinadora del Área de Investigación de la Escuela del Cuerpo de Abogados del Estado
Info: argentina.gob.ar