Yamal Manuel era un joven platense que, como tantos miles de jóvenes, se quedó sin empleo en plena pandemia.
Junto a su papá se dedicaba a la albañilería y ambos se quedaron sin trabajo. Con el frío del invierno a cuestas, Yamal no tuvo más opción que rebuscárselas para llevar una ayuda a su familia. Y así empezó a recorrer su barrio, golpeando puertas y ofreciéndose para barrer las veredas a cambio de algunos pesos.
Su historia se hizo conocida cuando una vecina platense compartió su fuerte historia en sus redes sociales. La mujer que hizo visible la situación se llama María De Sabantonio.
No solamente publicó la foto de Manuel junto a la historia de este en su cuenta de Facebook, , sino que además, como lo vio con muchísimo frío en un día invernal, le ofreció una taza de té caliente y mientras tomaba el té, Manuel le contó su situación.
«Él es Manuel, me tocó el timbre de mi casa y se ofreció a barrer la vereda…obvio que le dije que si…sin saber si tenía hojas…no era eso lo importante…justo me agarró en plena producción de mis milanesas…pero así y todo me puse a charlar con él… le ofrecí una taza de té xq estaba muerto de frío», escribió la mujer en la red social.
Tanto él como su papá, que realizaban trabajos de albañilería fueron afectados por la pandemia y la prohibición para trabajar, hizo que terminaran barriendo las veredas de los vecinos a cambio de unos pesos o, a veces, de algo para comer.
Durante días ambos sobrevivieron como pudieron ya que dormían a la intemperie o con suerte en algún refugio que encontraban. Luego de la viralización del posteo de María, los vecinos se mostraron solidarios y trataban de ayudar con mantas, ropa o algún plato de comida caliente.
Sin embargo, días atrás se conoció la peor de las noticias, el joven oriundo de Berisso contrajo neumonía lo que generó preocupación entre los vecinos y sus familiares.
Lamentablemente, su estado de salud empeoró en las últimas horas, no pudiendo revertir esta situación, terminó falleciendo. Un amigo lo despidió en la misma red social donde se hizo conocido, diciendo «Volá alto, mi amigo, el cielo está de fiesta»