Bajo el sol romano que iluminó su último viaje terrenal, Francisco, el Papa que revolucionó la Iglesia con su humildad franciscana y su audacia profética, recibió una despedida a la altura de su legado: 400.000 almas —creyentes, agnósticos y líderes de todas las religiones— se reunieron para honrar al hombre que convirtió el Vaticano en un «hospital de campaña» para la humanidad doliente.
El último milagro, un mundo unido en la Plaza San Pedro
En una escena que parecía tejida por su incansable búsqueda de diálogo, el funeral regaló imágenes sublimes-

- Trump y Zelensky conversando en tono confidencial dentro de la Basílica, sellando una tregua simbólica en medio de la guerra.
- Cartoneros y reyes compartiendo la misma primera fila, reflejando su consigna: «Una Iglesia pobre para los pobres».
- Jóvenes durmiendo en las calles para despedir al Pontífice que les habló sin sermones, con el lenguaje de los hechos.
«El verdadero poder es el servicio» ,Francisco, 2013. Hoy, ese poder trasciende lo físico para convertirse en legado eterno.
El cardenal Giovanni Battista Re, en una homilía que recorrió los 12 años de pontificado, lo definió: «Un poeta de la misericordia que escribió con su vida la encíclica más elocuente».
La herencia imborrable del revolucionario
- Ecología integral: Laudato Si’ se convirtió en faro global, inspirando a generaciones a cuidar la «casa común».
- Iglesia en salida: Derribó muros para abrazar a divorciados, LGBTQ+, y víctimas de abusos.
- Diplomacia del abrazo: Desde Lampedusa hasta Irak, llevó consuelo a migrantes y perseguidos.
- Reforma vaticana: Desafiò lobbies con transparencia, aunque quedó incompleta.
«No nos salvamos solos», su última advertencia, resonó mientras el viento movía las páginas del Evangelio sobre su ataúd de madera sencilla —un gesto final de coherencia—.
El paso a la eternidad
Su cuerpo descansa ahora en Santa María la Mayor, bajo una lápida que solo dice «Franciscus», pero su espíritu perdura en:
- Los refugiados que encontraron en él un padre.
- Los jóvenes de Scholas, cuyo cartel «Adiós, poeta» coronó la ceremonia.
- La pancarta gigante: «Grazie, Papa Francesco», firmada por una humanidad agradecida.
Redacción: Diario de Punilla | Fuente: Corresponsalía en el Vaticano
Fotos: AFP/AP/Vatican Media