Nuevo endeudamiento del Banco Central, alivio o problema a futuro

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El reciente anuncio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) sobre la toma de un préstamo por 1.000 millones de dólares mediante una operación de pase pasivo (REPO) con bancos internacionales ha encendido alarmas en distintos sectores. La decisión, avalada por el gobierno de Javier Milei, refleja una dependencia creciente al endeudamiento externo, lo que plantea serias dudas sobre la sostenibilidad de esta estrategia en un contexto económico ya frágil.

¿Un recurso necesario o una solución cuestionable?

Si bien desde la autoridad monetaria justificaron la medida como un paso hacia la «normalización del acceso a los mercados internacionales», la realidad indica que esta decisión no hace más que profundizar un modelo económico que perpetúa los compromisos externos y limita las opciones futuras. Según lo informado, el BCRA pagará una tasa de interés fija equivalente al 8,8% anual, una cifra que no pasa desapercibida considerando los riesgos asociados.

“La toma de deuda a este nivel y en estas condiciones es una medida cortoplacista que puede aliviar la presión inmediata sobre las reservas, pero genera compromisos significativos que recaerán sobre las generaciones futuras”, sostuvo la economista Laura Fernández.

Promesas de campaña en entredicho

Javier Milei, quien llegó al poder con un discurso crítico hacia el modelo de endeudamiento y de ajuste, parece estar adoptando estrategias tradicionales que contradicen su mensaje de transformación. Durante la campaña, prometió romper con las viejas prácticas del sistema, pero decisiones como esta dejan en evidencia un viraje preocupante hacia políticas que en el pasado llevaron al país a crisis recurrentes.

Impactos en la economía real

El BCRA argumentó que la operación permitirá «mitigar desbalances» y garantizar la estabilidad en el mercado de cambios. Sin embargo, analistas advierten que estas operaciones suelen generar un alivio temporal a costa de mayor vulnerabilidad en el futuro. La carga de intereses y el vencimiento a mediano plazo de esta deuda podrían traducirse en más ajustes fiscales, con impactos directos en la inflación y el poder adquisitivo de los ciudadanos.

¿Qué sigue?

La gestión Milei enfrenta el desafío de mostrar resultados concretos en términos de estabilidad económica y confianza en los mercados, pero las señales actuales no son alentadoras. La toma de deuda externa, lejos de ser una solución definitiva, parece perpetuar el círculo vicioso de endeudamiento y crisis recurrentes.

Diario de Punilla | Fuente: NA