El papa Francisco continúa su recuperación en el hospital Gemelli de Roma, donde permanece internado desde el pasado viernes debido a un cuadro de neumonía bilateral. Según el último parte médico emitido por el Vaticano, el pontífice de 87 años pasó una noche tranquila, ya no presenta fiebre y sus parámetros hemodinámicos se mantienen estables.
Aunque su estado general muestra una “leve mejoría”, las autoridades vaticanas advirtieron que Francisco aún no está fuera de peligro, ya que padece una “infección compleja”. El tratamiento incluye cortisona y antibióticos, lo que ha permitido que el papa pueda realizar algunas actividades habituales, aunque con limitaciones.
Un historial médico complicado
Esta es la cuarta vez que el papa Francisco es hospitalizado en el Gemelli. En marzo y noviembre de 2023, ya había sido internado por problemas respiratorios, que incluso lo llevaron a cancelar su participación en la COP28 en Dubái. Además, en los últimos años ha enfrentado cirugías de colon y de hernia, así como problemas crónicos en las rodillas que lo obligan a movilizarse en silla de ruedas.
El pontífice también ha lidiado con episodios recurrentes de gripe y complicaciones respiratorias, agravadas por la pleuresía que sufrió en su juventud y que derivó en la extirpación de parte de un pulmón. A pesar de estos antecedentes, el reverendo y médico Andrea Vicini se mostró optimista respecto a su recuperación.
Ironía y apoyo mundial
Durante su internación, el papa Francisco recibió a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, con quien bromeó sobre los falsos rumores de su fallecimiento que circularon en redes sociales. “Alguien rezó para que me fuera al Paraíso, pero Dios decidió dejarme aquí”, comentó con humor.
La hospitalización de Francisco ha generado una ola de apoyo global. Líderes religiosos, políticos y fieles de todo el mundo han expresado su solidaridad, incluyendo al presidente de Italia, Sergio Mattarella, y al cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana.
Próximos pasos
Aunque su estado es alentador, los médicos han recomendado al papa que evite reuniones multitudinarias y que reduzca su carga laboral durante su recuperación. Mientras tanto, el mundo católico sigue de cerca su evolución, esperando que el líder de la Iglesia Católica pueda retomar pronto sus actividades plenamente.
Valen Goro | Diario de Punilla Fuente: ámbito