Nacido en la ESMA durante el cautiverio de su madre, este hombre de 48 años recupera su identidad y se reúne con su medio hermano.
En un emotivo anuncio, Abuelas de Plaza de Mayo confirmó la restitución de identidad del nieto 138, nacido en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) durante el cautiverio de su madre, Marta Enriqueta Pourtalé. Su padre, Juan Carlos Villamayor, también fue secuestrado junto a Marta el 10 de diciembre de 1976 en Buenos Aires.
El nieto recuperado es hijo de militantes de Montoneros, reconocidos por los testimonios de sobrevivientes de la ESMA. Marta, conocida como «La Negra» o «María», era oriunda de Azul, provincia de Buenos Aires, y tenía 30 años al momento de su desaparición. Juan Carlos, apodado «El Negro» o «Ricardo», era porteño y tenía 21 años.
En 1972, Marta tuvo a su primer hijo, Diego Antonio, fruto de una relación anterior. Juan Carlos, quien se convirtió en su pareja, le dio su apellido al niño y formaron una familia. Marta cursaba el Profesorado de Historia en el Colegio Normal de Azul y trabajaba como empleada administrativa.
Una búsqueda incansable
Tras el secuestro de Marta y Juan Carlos, su familia inició una búsqueda desesperada. María del Carmen Villamayor, hermana de Juan Carlos, y su madre, Carmen Antonia Morinigo, presentaron varios hábeas corpus sin éxito. En septiembre de 1979, Carmen denunció el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), donde reveló que Marta estaba embarazada al momento de su desaparición.
El tío de Marta, Pedro Pourtalé, recibió un llamado de la comisaría de Villa Ballester poco después del secuestro para recoger a Diego, quien había sido abandonado allí. Pedro, junto a su madre, crió al niño y denunció la desaparición de Marta y Juan Carlos ante la CONADEP.
Diego supo desde pequeño que tenía un hermano por nacer. Un dibujo infantil que hizo en esos años lo representa junto a sus padres y el bebé que esperaba conocer. Esta certeza lo impulsó a unirse al grupo de familiares de Abuelas de Plaza de Mayo y continuar la búsqueda.
La restitución de la identidad
Gracias a la labor de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI), el caso Villamayor-Pourtalé fue investigado en detalle, permitiendo al Banco Nacional de Datos Genéticos incorporar las muestras biológicas de la familia.
Este jueves, el juez Daniel Rafecas informó al nieto 138 que sus análisis genéticos confirmaron su identidad. Así, 48 años después, un nuevo capítulo de justicia se escribe en la historia de las Abuelas de Plaza de Mayo y de quienes luchan contra el olvido.
Diario de Punilla | Fuente: P12