El presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció hoy que ya se llegó a un primer acuerdo con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el marco del diálogo de paz que se retomó la semana pasada y que contempla el regreso de los indígenas emberas a sus territorios tras haber resultado desplazados por el conflicto.
«El primer punto de acuerdo que logramos con el ELN, en escasa una semana que llevan esos diálogos, es que se permite el retorno de las poblaciones desplazadas por esa organización de territorios indígenas emberas a sus resguardos, con garantía de no repetición y de retorno», dijo el mandatario en un discurso en el departamento de Antioquía.
Uno de esos territorios es el municipio de Murindó, en Antioquía. “Murindó es de mayorías étnicas: indígenas y afros. Murindó también, políticamente, no se comporta como la mayoría de los municipios de Antioquia. Murindó es un municipio organizado socialmente y afectado por la violencia, y la violencia prácticamente está desplazando a su población”, apuntó el jefe de Estado.
Petro, el primer presidente de izquierda que tiene Colombia, apuntó que el pueblo embera se vio obligado a dejar sus territorios por la violencia que se registraba en la zona, causada en parte por el ELN.
A la vez, el mandatario consideró que este acuerdo debería ampliarse a todo el país.
«Esto hay que aplicarlo a otras poblaciones. Es decir, el retorno debe ser posible en todo el territorio nacional para cualquier grupo étnico de la población», destacó, según el diario El Tiempo.
El Gobierno colombiano y la organización insurgente, de extracción marxista, reinstalaron el 21 de noviembre pasado las negociaciones bajo el lema «la paz es nuestro sueño, los cambios, nuestro camino».
Los diálogos con el ELN estuvieron congelados durante el Gobierno conservador de Iván Duque y se cortaron del todo en enero de 2019 después de que la guerrilla hiciera explotar un coche bomba en una Escuela de Cadetes de Bogotá, con un saldo de 22 muertes.
Ya con Petro en el Gobierno, las partes anunciaron el mes pasado la reanudación de los diálogos de paz.
El ELN, fundado en 1964, es la última guerrilla reconocida en Colombia y ha sostenido negociaciones frustradas con los últimos cinco presidentes.
Petro impulsó desde la campaña las negociaciones de paz, no solo con el ELN, sino con otros grupos armados en busca de acuerdos similares a los que desarmaron a las FARC en 2016 y las convirtieron en partido.