El papa Francisco, de 88 años, experimentó una noche de descanso tranquilo tras la crisis respiratoria asmática que sufrió el sábado, según informó este domingo el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni. Aunque el Sumo Pontífice sigue en estado crítico debido a una complicada infección pulmonar, los médicos destacaron que su condición se mantiene estable.
Detalles del parte médico
El sábado, Francisco enfrentó una crisis respiratoria prolongada mientras recibía tratamiento por neumonía bilateral y una infección pulmonar compleja. Para ayudarle a respirar, los médicos le administraron oxígeno de alto flujo, una intervención clave para evitar la intubación. Además, las pruebas médicas revelaron un bajo conteo de plaquetas (trombocitopenia), lo que requirió transfusiones de sangre para estabilizar su condición.
El portavoz Bruni emitió un breve comunicado este domingo: “La noche pasó con tranquilidad, el papa descansó”. Sin embargo, no se proporcionaron detalles sobre si el Pontífice estaba despierto o si había comenzado su día con normalidad.
Antecedentes médicos del Papa
El papa Francisco tiene un historial de problemas respiratorios. A los 20 años, le fue extirpado el lóbulo superior del pulmón derecho debido a una infección. Además, sufre de asma crónica persistente, una condición que lo ha llevado a enfrentar recurrentes crisis respiratorias, especialmente durante los meses de invierno.
La influencia global del papa Francisco
Desde que asumió el papado en 2013, el papa Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio, ha sido una figura transformadora para la Iglesia Católica y el mundo en general. Con un enfoque en la humildad, la justicia social y la compasión, ha impulsado cambios significativos dentro de la Iglesia, acercándola a los más necesitados y promoviendo el diálogo interreligioso.

Su encíclica Laudato Si’, sobre el cuidado de la casa común, ha sido un llamado global a la acción frente a la crisis climática, influyendo en líderes políticos y movimientos ambientales. Además, su postura frente a temas como la pobreza, la migración y la inclusión lo ha convertido en una voz moral de referencia en un mundo cada vez más polarizado.
Su salud es, por tanto, motivo de preocupación no solo para los católicos, sino para todas aquellas personas que ven en él un faro de esperanza y humanidad.
Pronóstico y cuidados
Aunque el Papa ha mostrado mejoría tras la noche tranquila, su condición sigue siendo crítica y reservada. Los médicos continúan monitoreando de cerca su evolución, con el objetivo de evitar complicaciones mayores, como la necesidad de ventilación mecánica.
El mundo entero sigue atento a la salud del Pontífice, mientras el Vaticano mantiene informados a los fieles y a la comunidad internacional a través de partes médicos regulares. La situación de Francisco es un recordatorio de la fragilidad humana, incluso en figuras de gran fortaleza espiritual.
Gonzalo Goro – Diario de Punilla | Fuente Vaticano News