La Fiscalía de Palestina anunció hoy que las tropas de Israel asesinaron «deliberadamente» de un disparo en la cabeza a la periodista de Al Jazeera Shireen Abu Akleh cuando intentaba huir en un campamento de Jenin, en la Cisjordania ocupada, una acusación que las autoridades israelíes calificaron de «mentira descarada».
El fiscal general palestino, Akram Al Khateeb, aseguró que los resultados de su investigación concluyeron que la reportera palestino-estadounidense de la cadena árabe Al Jazeera recibió un disparo en la cabeza el 11 de mayo durante una redada militar israelí en la ciudad de Jenin, en la Cisjordania ocupada desde 1967.
En una conferencia de prensa en Ramallah, Al Khateeb enfatizó Además en que no había enfrentamientos armados entre fuerzas israelíes y milicianos palestinos al momento de la muerte de Abu Akleh, lo que convierte el incidente en un crimen de guerra.
Abu Akleh estaba en un grupo de periodistas que usaban cascos y chalecos protectores marcados como «prensa».
En ese sentido, el fiscal destacó que el ejército israelí vio a los periodistas y supo que eran periodistas, por lo que los acusó de dispararle a Abu Akleh “directa y deliberadamente” mientras intentaba escapar.
También repitió la posición palestina de que la bala no será entregada a los israelíes para su estudio. Dijo que decidieron ni siquiera mostrar imágenes de la bala “para privar (a Israel) de una nueva mentira”.
Al Khateeb dijo que su investigación se basó en entrevistas con testigos, una inspección de la escena y un informe médico forense.
El asesinato de la reportera de 51 años, nacida en una familia cristiana en la Jerusalén Este ocupada, que además era ciudadana estadounidense, provocó una indignación entre los palestinos, pero también a nivel internacional.
El fiscal general palestino insistió en que había determinado que no había militantes en el área inmediata donde se encontraba Abu Akleh, informó DPA
«Los únicos disparos fueron de las fuerzas de la ocupación con el objetivo de matar», señaló el fiscal en alusión a la responsabilidad de las tropas israelíes
El ministro de Defensa israelí, Beny Gantz, dijo hoy que la acusación Palestina de que el Ejército asesinó deliberadamente a la periodista «es una mentira descarada» e insistió con la posibilidad de una investigación conjunta.
«El Ejército israelí está llevando a cabo una investigación sobre el asunto para revelar la verdad. Cualquier afirmación de que el Ejército daña intencionalmente a periodistas o civiles no involucrados es una mentira descarada», señaló Gantz en un comunicado.
«Siempre actuamos con precisión, atacando a los terroristas y tomando medidas para evitar daños a civiles. Continuaremos operando de esta manera», agregó el ministro, que apuntó que la negativa de la ANP de cooperar en las pesquisas plantea la duda sobre «si realmente quieren descubrir la verdad».
Gantz tambien se refirió a la acusación de la fiscalía acerca de que no había enfrentamientos armados entre fuerzas israelíes y milicianos palestinos al momento de la muerte de Abu Akleh, lo que convierte el incidente en un crimen de guerra.
«Las investigaciones unilaterales y los intentos de acusar a los soldados del Ejército israelí de crímenes de guerra» socavan la posibilidad de «lograr la paz y la estabilidad en la región y, en última instancia, fomentan el terrorismo».
Israel ha pedido públicamente una investigación conjunta con Palestina, con la participación de Estados Unidos, y ha pedido que entregue la bala para su análisis.
Pero el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo ayer que no había recibido ninguna solicitud formal de asistencia de ninguna de las partes, dos semanas después de su muerte.
La Autoridad Palestina se ha negado a entregar la bala a Israel o cooperar con él de alguna manera, diciendo que no se puede confiar en que Israel investigue su propia conducta.
Además, Palestina dijo que compartirá sus resultados con partes internacionales, incluida la Corte Penal Internacional.