Sociólogos, periodistas, amigos y familiares recordaron en la tarde de ayer a Horacio González, el destacado pensador argentino fallecido el pasado 22 de junio, como una persona generosa y “una de las mentes más brillantes” de la Argentina, durante la presentación del libro «Derrota y Esperanza: un folletín argentino (2003-2015)», en una actividad que tuvo lugar en la explanada de la Biblioteca Nacional, que fuera durante una década por dirigida por el sociólogo y docente.
“Este libro hace honor a un legado que dejó Horacio y que, como él decía, es un legado abierto y complejo, siempre cargado de preguntas, pliegues e interrogantes”, expresó Conrado Yasenza, editor de la revista La Tecl@ Eñe, que junto al Grupo Editorial Sur fueron los encargados de compilar el material, que fue presentado en una emotiva actividad de la que participó la presidenta de Télam, Bernarda Llorente.
Acompañados por un prólogo de la socióloga María Pía López, los diez textos seleccionados que conforman este volumen fueron escritos por el ensayista durante los años 2003 y 2015, y comenzaron a publicarse desde el 1 de febrero de 2016 hasta el 7 de marzo de ese mismo año en La Tecl@ Eñe.
“Además de ser brillante y generoso, un rasgo que siempre me conmocionó fue su capacidad de pensarlo todo no desde un canónico rol de intelectual, sino desde la disposición filosófica de pensar libre y críticamente, librado de la obediencia y la sujeción”, aseguró Yasenza.
Nacido en Buenos Aires en 1944, González fue un reconocido sociólogo, filósofo, escritor, investigador y docente, ampliamente destacado por sus reflexiones del escenario político, cultural, literario y educativo argentino.
En los textos compilados, el sociólogo y escritor despliega un profundo análisis de la coyuntura política del período signado por los mandatos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, entrecruzando «análisis coyuntural y de largo aliento».
En los primeros capítulos, explicó el editor, González da cuenta “del ataque de las empresas comunicacionales” contra los gobiernos por él analizados, accionar que se reproduce en toda la región “para demoler gobiernos de corte popular”.
González problematiza sobre el final del análisis, además, “la derrota ante el macrismo” en el año 2015 y «todo lo que después supuso» ese gobierno, entre otras cosas “los despidos seriales” y la “acción demoledora de designar a (Alberto) Manguel como director de la Biblioteca Nacional”, señaló Yasenza.
Por su parte, la presidenta de Télam, Bernarda Llorente, destacó de González su carácter de “provocador intelectual”, al “estirar” los márgenes de interpretación con un pensamiento siempre “muy original”.
“Horacio fue una de las mentes más brillantes de esta Argentina”, expresó la periodista y politóloga durante la presentación del libro, a la vez que resaltó su “gran generosidad” y “extremada valentía”, por salir «del lugar fácil de acomodar su pensamiento al de los demás”.
Con un discurso de añoranza y admiración compartida, Llorente -al igual que el resto de los allí presentes- aseguró que el pensamiento de este sociólogo es hoy “más necesario que nunca” y que constantemente se encuentra ante la pregunta acerca de «qué diría Horacio González al respecto».
Durante la conmemoración se hicieron presentes también Juan Sasturain, actual director de la Biblioteca Nacional, Jorge Taiana, ministro de Defensa de la Nación, y Liliana Herrero, compañera del sociólogo y escritor, quien agradeció conmocionada y resaltó la importancia que tenía para González el espacio donde se lo recordó.
La Biblioteca Nacional, ubicada en el barrio porteño de Recoleta, estuvo a cargo de este sociólogo entre 2005 y 2015, año en que él mismo presentó su renuncia.
Además, fue profesor en varias universidades nacionales, entre ellas las de la ciudad de La Plata y Rosario, en las que dictó, entre otras materias, Teoría Estética y Teoría Política, asignatura ideada por él y que actualmente lleva su nombre en su honor.
Darío Capelli, sociólogo y compañero de docencia, también actual editor de revista El ojo mocho, que fuera dirigida por González, manifestó que este es un libro con una “innegable dimensión política” y que “está en línea con el interés que tenía Horacio por abordar el periodismo como objeto problemático”.
Al respecto, destacó el profundo interés y compromiso que tenía por la realidad del país, por lo que siempre se mantenía informado y con conocimiento de los hechos.
“Hegel decía que la lectura del periódico es la oración matinal del hombre moderno: González era un fiel lector de diarios todas las mañanas”, relató Capelli, quien aseguró añorarlo «como intelectual y como amigo».
Al cierre de la presentación, el escritor Carlos Caramello concluyó, por su parte, que “siempre hará falta Horacio para explicarnos las cosas con su sabiduría”, sobre todo para quienes “profesamos a Horacio en este credo agnóstico”.
Las fotografías que ilustran el libro pertenecen a Carlos Bosch, Pablo Piovano, Rafael Calviño, Ximena Duhalde, Marcelo Huici y Guille Llamos, y su selección estuvo a cargo de Paloma García, quien aseguró que “no fue sencillo” buscar imágenes que resuman “tanta vida”, pero a la vez “un honor poder acompañar este proyecto”. Info: télam