La docente cordobesa fue distinguida con el Premio Tyler al «Logro Ambiental» por su trabajo que promueve políticas y modelos de negocio que reconocen la responsabilidad compartida entre el ser humano y la naturaleza.
La investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) Sandra Díaz fue reconocida con el Premio Tyler al «Logro Ambiental», uno de los galardones más prestigiosos en materia ambiental, considerado como un «Nobel del medio ambiente». La distinción, que compartió con el antropólogo brasileño-estadounidense Eduardo Brondízio, reconoce su contribución a la comprensión de la interconexión entre los seres humanos y la naturaleza, y su impacto en la promoción de políticas y modelos de negocio que priorizan el bien común sobre el beneficio privado.
El premio, establecido en 1973 por John y Alice Tyler y administrado por la Universidad del Sur de California, será entregado el 10 de abril de 2025 en Los Ángeles. Díaz y Brondízio se convierten así en los primeros representantes de América del Sur en recibir este reconocimiento, que en el pasado ha distinguido a figuras como Jane Goodall, Jared Diamond y Mario Molina.
Sandra Díaz, investigadora superior del Conicet en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (Imbiv) y docente en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC, ha sido reconocida internacionalmente por su trabajo en biodiversidad y su enfoque innovador sobre las contribuciones de la naturaleza a las personas. Este concepto, desarrollado junto a colegas, busca capturar la diversidad de significados y beneficios que distintos grupos humanos atribuyen a la naturaleza, destacando cómo las relaciones económicas, sociales y culturales moldean los ecosistemas.
Durante la conferencia de prensa en la que se anunció su premiación, Díaz subrayó la importancia de entender a los seres humanos como parte integral de la «trama de la vida» y advirtió sobre los riesgos de priorizar el beneficio privado sobre el bien común. «La creciente narrativa de que el beneficio privado debe tener prioridad sobre el bien común es extremadamente peligrosa para nuestro futuro compartido. Si estas narrativas se afianzan y se expanden, corremos un grave riesgo de perder la oportunidad de asegurar un futuro mejor», afirmó.
La investigadora también se refirió a la triple crisis que enfrenta la humanidad: la crisis de la naturaleza, la crisis climática y la crisis de desigualdades sociales. Según Díaz, estas problemáticas tienen una raíz común: «la simple y antigua codicia a una escala masiva». En este sentido, criticó el modelo actual que ve a otras formas de vida e incluso a otros seres humanos como «meros objetos a explotar para obtener el máximo beneficio».
Para abordar estas crisis, Díaz enfatizó la necesidad de soluciones integrales que no ignoren la interconexión de los problemas. «Se podría impulsar masivamente la plantación de especies de rápido crecimiento y alto consumo de agua para capturar carbono rápidamente, o crear empleos en sectores industriales dañinos para la naturaleza y el clima con el fin de estimular la economía. Pero estas soluciones parciales, al ignorar el impacto en los otros dos problemas, terminarían siendo contraproducentes», ejemplificó.
Por su parte, Eduardo Brondízio, el otro galardonado, ha centrado su trabajo en la Amazonia, destacando el papel vital de los pueblos indígenas y las comunidades locales en la conservación. Brondízio aboga por un cambio en la forma en que académicos, tomadores de decisiones y financiadores internacionales abordan los desafíos ambientales y climáticos en la región.
Julia Marton-Lefèvre, presidenta del Premio Tyler, destacó que «la investigación de Eduardo Brondízio ha iluminado el papel vital de los pueblos indígenas y las comunidades locales en la conservación, mientras que el trabajo de Sandra Díaz ha sido fundamental para redefinir cómo se conceptualiza y valora la biodiversidad en las discusiones políticas en todo el mundo».
Con este reconocimiento, Sandra Díaz no solo refuerza su lugar como una de las voces más influyentes en la ecología global, sino que también posiciona a Córdoba y a la Argentina en el centro de las discusiones sobre el futuro del planeta.
Diario de Punilla | Fuente: LNM