Muerte de bebés en el Neonatal de Córdoba, una acusada asegura que hubo una mano asesina

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En el marco del tercer día del juicio por jurados populares que investiga la muerte de cinco bebés en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba, Adriana Moralez, una de las once acusadas, declaró que está convencida de la existencia de una «mano asesina».

Moralez, quien se desempeñaba como coordinadora del Comité de Vigilancia y Mortalidad Materna Infantil del hospital, estuvo en el estrado por casi tres horas y fue la única imputada en responder preguntas. Durante su testimonio, manifestó que necesita saber quién fue responsable de las muertes:

«No tengo dudas de que hubo una mano asesina. Necesito saber quién mató a esos niños», declaró ante la fiscal Mercedes Balestrini.

Acusaciones e implicancias

Moralez enfrenta cargos por omisión de deberes de funcionario público en concurso ideal con encubrimiento doblemente calificado, debido a la gravedad de los hechos y su calidad de funcionaria.

En su testimonio, la acusada hizo referencia a los casos de varios bebés, señalando que las autopsias realizadas a dos de ellos arrojaron causas no naturales:

«Me resulta inevitable asociar que Gino, Isabella, tal vez Francisco, Benjamín y otros niños fueron víctimas», afirmó.

Declaraciones pendientes y próximos pasos

Este jueves se espera la declaración indagatoria de Claudia Ringelheim, ex vicedirectora del Neonatal, además del testimonio de familiares de los niños fallecidos, como Jaime Pérez, Brisa Molina, Yoselin Rojas y Damaris Bustamante. El juicio continuará con un cuarto intermedio hasta el lunes 13 de enero.

Las palabras de la ex directora

Por su parte, Liliana Asís, ex directora del hospital, quien cumple prisión domiciliaria acusada de encubrimiento y omisión de deberes de funcionario público, decidió no responder preguntas. Sin embargo, visiblemente emocionada, expresó:

«Nunca en mi vida pensé que iba a vivir esta situación, estar presa después de trabajar toda una vida». Entre lágrimas, recordó el momento de su detención: «Cuando me llevaron en una camioneta grande, sola, atrás, para sacarme una foto de frente y perfil, esposada, ¿cómo se siente una persona al final de su vida?».

El caso continúa generando conmoción en Córdoba, mientras la sociedad espera justicia para las víctimas y sus familias.

Diario de Punilla | Fuente: Tiempo Argentino