La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos reclamó a Israel abrir una investigación sobre «la posible perpetración de un crimen de guerra» por parte de su Ejército en los territorios palestinos de la Franja de Gaza.
El organismo de Naciones Unidas afirmó haber recibido «informaciones preocupantes» sobre la muerte de «11 hombres palestinos no armados» en Ciudad de Gaza, según informó en un comunicado emitido anoche.
Estos palestinos murieron el martes pasado por la noche durante una intervención del Ejército israelí en un edificio residencial de Ciudad de Gaza, la más grande de la Franja, onde se refugiaban varias familias.
Los soldados «habrían separado a los hombres de las mujeres y los niños, y luego habrían disparado y matado a al menos 11 hombres (…) delante de miembros de sus familias», según testimonios difundidos por el Observatorio EuroMed de Derechos Humanos.
El organismo de la ONU confirmó la muerte de 11 palestinos, pero precisó que las circunstancias «están en proceso de verificación».
«Las autoridades israelíes deben realizar inmediatamente una investigación independiente, exhaustiva y eficaz sobre estas alegaciones», consideró la Oficina del Alto Comisionado, informó la agencia de noticias AFP.
La agencia agregó que no pudo obtener ningún comentario de las autoridades israelíes.
Tras más de dos meses de hostilidades en Gaza, la ofensiva israelí contra el movimiento islamista Hamas recibe cada vez más críticas y las presiones internacionales a favor de una tregua se multiplican.
Las muertes de una madre y su hija a manos de un soldado israelí frente a la única iglesia católica de Gaza el fin de semana pasado y las de tres rehenes israelíes mientras ondeaban una bandera blanca desataron la polémica.
Israel afirma estar abierto a la idea de una tregua pero excluye detener definitivamente su ofensiva antes de la «eliminación» de Hamas.
Unas 20.000 personas, en su mayoría mujeres y menores, han muerto en Gaza desde el comienzo de la ofensiva israelí, según Hamas.
La guerra fue desencadenada por el ataque del 7 de octubre en Israel, cuando milicianos del movimiento islamista mataron a unas 1.200 personas y secuestraron a cerca de 240, de las cuales 129 siguen retenidas en el territorio palestino, según las autoridades.