Las precipitaciones registradas en las últimas horas en la región centro-norte del Valle de Punilla no fueron abundantes, pero sirvieron para favorecer la tarea de bomberos, brigadistas, voluntarios, baqueanos y vecinos, que desde hace meses combaten las llamas.
Informe nocturno 20 de Octubre de 2020
- Efectivos de diversos cuarteles siguen apostados en ambas localidades.
- Buscan evitar que algunos puntos calientes puedan generar reinicios de fuego.
Las precipitaciones registradas en las últimas horas en la región centro-norte del Valle de Punilla no fueron abundantes, pero sirvieron para favorecer la tarea de bomberos voluntarios que desde hace semanas combaten las llamas.
En Los Cocos, una de las zonas que hasta ayer estuvo invadida por el fuego, aún hay un perímetro muy inestable con puntos calientes en un sector próximo a Cabeza del Soldado y hacia la parte trasera de la Iglesia. Allí permanecen distribuidos efectivos de cuatro dotaciones con el objetivo de asegurar que no haya reinicios.
La misma situación subsiste en los alrededores del barrio Las Gemelas, en Capilla del Monte, donde trabajan bomberos de cinco cuarteles. En el lugar, anoche llovieron entre 10 y 15 milímetros, pero por la prolongada sequía se necesita que precipite más agua.
Un panorama diferente se vive en el norte provincial, sobre Villa de María de Río Seco, por ser la zona en la que más llovió. En esta región el fuego quedó totalmente extinguido tras la caída de unos 55 milímetros.