GOBIERNO | Tras las renuncias masivas en el gobierno, el presidente recibió el apoyo generalizado del ambiente político

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Ministros, gobernadores, intendentes, la confederación de trabajadores, distintos movimientos y organizaciones sociales hicieron llegar su apoyo al presidente, ante el aluvión de renuncias de algunos ministros que responden al kirchnerismo y la Cámpora. Massa a su vez, se erigió como el mediador para acercar las partes y se reunió con Máximo Kirchner.

Camino a José C. Paz, para reunirse con el Intendente de la localidad el Sr. Mario Ishii, suena un alerta de noticias en el celular del presidente, que informaba la decisión del Ministro del Interior Camporista, Wado de Pedro, de poner su renuncia a disposición del Presidente, a medida que se acercaba a la casa del intendente, se iba enterando del resto de los renunciantes y una vez que se pudo reunir con Ishii, este le manifestó su apoyo y según pudo enterarse la prensa, le recordó la vez que, él mismo, había tenido problemas con La Cámpora sobre el manejo del territorio, razón por la cual los había echado, a lo que Alberto Fernández, habría asentido con una leve mueca de sonrisa.

En la mañana de ayer, justamente Cristina y Alberto, habían mantenido una reunión por cuatro horas, donde al parecer, los resultados habían sido satisfactorios y de entendimiento, la vice habría decidido dejar de lado las pretensiones de recambio en economía y jefatura de gabinete, al menos por ahora, de cara a las elecciones del 14 de noviembre donde luego, si, se vería que rumbo seguir.

Según se pudo saber, incluso Máximo Kirchner, habría sido sugerido por su madre como nuevo Ministro del área de trabajo, recibiendo como respuesta del presidente, que todas las opciones son válidas y que después del 14 se evaluarían todas las posibilidades.

El presidente regresando en el día de ayer a la Casa Rosada

En este contexto, la renuncia de Wado de Pedro y otros funcionarios kirchneristas sorprendieron e irritaron al jefe de Estado, lo que mas llamó la atención fue que De Pedro, no firmará su propia renuncia y que nunca fuera presentada al despacho presidencial. Es una renuncia trucha, testimonial, con ánimo de causar daño político”, describió un integrante del Gabinete que juró lealtad a Alberto Fernández.

Hubo cierta desinteligencia en el armado de las renuncias ya que todas fueron de forma mediática y carentes de formalidad, situación no tenida en cuenta por Cabandié y Sabbatella, los cuales abrieron un expediente digital de las renuncias, siendo los únicos que le dieron carácter formal a las mismas.

Si bien durante su gestión, Cabandié fue uno de los ministros mas protegidos por Alberto Fernández, pese a la escasa preparación del ministro en el área de Ambiente, por lo que la renuncia del ministro sería tomada como un desplante mayor al del resto de los ministros camporistas que tomaron la decisión de dar un paso al costado.

En esta situación, las renuncias de Martín Soria (Justicia), Roberto Salvarezza (Ciencia y Tecnología), Luana Volnovich (PAMI), Fernanda Raverta (ANSES), Cabandié y De Pedro, entre otras, para algunos fue una maniobra orquestada por alguien con intenciones y mucho interés en forzar un cambio de Gabinete.

Los apuntados como responsables son la titular de la vicepresidencia, La Cámpora, el Instituto Patria, mas los diputados y senadores que responden al ala Kirchnerista.

Es probable que quienes articularon esta maniobra, hayan subestimado al Presidente, sin tener en cuenta que este iba a obtener un respaldo firme e inmediato logrado por las infinitas llamadas que hicieron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y los ministros Juan Zabaleta (Desarrollo Social), Gabriel Katopodis (Obras Públicas) y Matías Lammens (Turismo).

Los cuatro se refugiaron en un despacho del primer piso de la Casa Rosada, y en tres horas sumaron el apoyo de gobernadores, sindicalistas, intendentes, intelectuales y líderes de los movimientos sociales.

No sería casual el acercamiento de la Vicepresidenta al titular de Economía, cuando su principal vocero filtró a los medios que había conversado con Guzmán para jurarle que nunca había exigido su renuncia al Palacio de Hacienda. Esto fue tomado por la prensa como un hecho paradójico porque ella jamás cuenta sus operaciones políticas, y menos aún las vinculadas a su principal blanco móvil en el gobierno de Alberto Fernández.

Si bien no son congruentes los planes económicos que pretende llevar adelante Guzmán, con lo que propone CFK y La Cámpora, este desencuentro proviene de algún tiempo atrás, cuando el Ministro intentó forzar la renuncia del subsecretario de energía eléctrica Federico Basualdo y este acudió a Máximo, Kicillof y Cristina en busca de cobijo para no ser desplazado de su cargo, logrando su fin y desde ese momento, CFK le tendría picado el boleto, como decimos en Córdoba, al titular de Hacienda.

No obstante las desavenencias del momento, lo cierto es que el llamado de Cristina a Guzmán existió y si bien puede tener un carácter netamente discursivo, también puede verse como un acto de aflojar un poco las tensiones en las altas esferas del gobierno.

Por ahora, Alberto Fernández no hará nada con las renuncias presentadas por los ministros y funcionarios del kirchnerismo, aguarda que su vice se manifieste públicamente, condenando o apoyando el accionar de los ministros.

El Presidente desea preservar la unidad de la coalición oficialista, pero también pretende que la vicepresidente se haga cargo del estallido de una crisis que se suma al resultado de los comicios, la situación económica y la fatiga institucional de la opinión pública.

La intención de Alberto Fernández es debilitar la fortaleza de La Cámpora y el Instituto Patria en las decisiones que salen desde el lado de CFK, que tienen una visión particular sobre la realidad política, que difiere enormemente con la realidad que viven los argentinos, dijeron allegados al presidente.

Agregaron que el presidente no va a negociar condicionado, y que es permeable a escuchar todas las opciones (como le manifestara a Cristina cuando le propuso en la mañana a Máximo como titular de Trabajo), pero que no se va a dejar apretar por nadie.

Massa el mediador

El presidente de la Cámara de Diputados sería la persona que busca acercar a las partes, de hecho en el día de ayer mantuvo una reunión con el titular de La Cámpora Máximo Kirchner para analizar los pasos a seguir tras la ola de renuncias y un teman no menor que fue el resultado de las PASO, desencadenante de la actual crisis.

Todos los ministros y funcionarios que responden a Sergio Massa, su esposa, Malena Galmarini (Aysa), Alexis Guerrera (Transporte), Claudio Ambrosini (ENACOM), José Ignacio De Mendiguren (BICE) y Jorge Solmi (secretario de Agricultura), tienen la sugerencia de este, a no exponerse mediáticamente, ser medidos en sus entrevistas y tratar de ser de lo mas cautos, mientras se soluciona la situación, por la tarde ya el mismo se había encargado de decir que nadie de su espacio que ocupe cargos en el ejecutivo iba a dar un paso al costado o poner la renuncia a disposición del presidente.

El titular de Trenes Argentinos, Martín Marinucci en su visita a la localidad de Valle Hermoso, cuando inauguró la estación de la localidad del ramal del Tren de las Sierras | Foto Diario de Punilla

Otros funcionarios que políticamente responden a Massa son Martín Marinucci (titular de Trenes Argentinos), José de Mendiguren (titular del Banco de Inversión y Comercio Exterior), Diego Giuliano (secretario de Transporte de Nación) y Marcela Passo (exfuncionaria de Transporte y actual candidata a diputada nacional).