El arzobispo de Buenos Aires lanzó duras críticas a la polarización política, la exclusión social y los ataques en redes, en una homilía que generó incomodidad en el oficialismo. Milei evitó saludar a Macri y Villarruel.
En un Tedeum del 25 de Mayo cargado de mensajes políticos, el arzobispo Jorge García Cuerva cuestionó con dureza el clima de violencia discursiva, la desinformación en redes y la situación de los jubilados, en un discurso que mantuvo tensos a los funcionarios del gobierno nacional. El presidente Javier Milei, visiblemente molesto, ignoró los saludos del jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, y de la vicepresidenta Victoria Villarruel, en un gesto que marcó la jornada.
«El barro del odio y la descalificación»
García Cuerva no ahorró críticas al afirmar que «la fraternidad y el respeto se están muriendo» en Argentina. En lo que se interpretó como un mensaje directo al oficialismo, denunció:
- «El terrorismo en las redes, la descalificación constante y la difamación son moneda corriente».
- «Nos hemos acostumbrado al pan duro de la desinformación», en referencia a los medios y las plataformas digitales.
- «¿Cuántas generaciones más deberán reclamar por jubilaciones dignas?», cuestionó, aludiendo a los reclamos de los adultos mayores.
El arzobispo también vinculó el alto ausentismo electoral (53% en las últimas elecciones porteñas) con «años de promesas incumplidas y estafas políticas».
La reacción de Milei: «Roma no paga traidores»
Mientras García Cuerva hablaba, el Presidente y su gabinete mostraron gestos de incomodidad. Horas después, Milei respondió en X (Twitter):
- «Roma no paga traidores», escribió, acompañado de una foto antigua con Macri.
- En otro tuit, agregó: «Si se es bueno con los malos, se termina siendo malo con los buenos», en aparente referencia a su distanciamiento con aliados políticos.
El gesto que marcó el día: Milei evita saludar a Macri y Villarruel
Al ingresar a la Catedral, Milei pasó por delante de Macri sin responder a su saludo y tampoco reconoció a Villarruel, quien asistió como invitada de la Iglesia. El clima de tensión se mantuvo durante todo el acto, incluso en el posterior cambio de guardia en Plaza de Mayo, donde ambos estuvieron cerca sin interactuar.
Analistas políticos interpretan el mensaje de García Cuerva como un llamado de atención al gobierno por su estilo confrontativo, mientras que la reacción de Milei reafirma su estrategia de ruptura con sectores que considera «traidores».
Diario de Punilla | Fuente: LN