Los funerales del opositor ruso Alexey Navalny, fallecido el 16 de este mes en prisión, se celebrarán este viernes en la ciudad de Moscú, anunció su equipo de colaboradores en redes sociales, mientras que su viuda, Yulia, mostró hoy temores de que en la ceremonia se concreten detenciones de allegados al disidente.
«El servicio funerario de Alexey Navalny se celebrará en una iglesia en Marino el 1 de marzo a las 14. Los funerales tendrán lugar en el cementerio Borisovski», en Moscú, indicó su equipo a través de la red social Telegram.
Según Ivan Jdanov, uno de los colaboradores del opositor, el entierro tendrá lugar a unos 20 kilómetros de las murallas del Kremlin.
Yulia Navalnaya, la viuda del dirigente, expresó hoy ante el Parlamento Europeo su temor de que la policía pueda detener a asistentes al funeral.
«No sé si será pacífico o si la policía detendrá a quienes estén presentes», dijo Navalnaya ante la plenaria del Parlamento Europeo, que rindió homenaje al fallecido opositor ruso.
En su discurso, Navalnaya atacó al presidente ruso, Vladimir Putin, a quien definió como «líder de una organización criminal», según reprodujo la agencia de noticias AFP.
En su opinión, no será posible afectar a Putin con sanciones que no sean fundamentalmente diferentes de las ya adoptadas.
«No se puede derrotarlo pensando que es un hombre de principios y moral. Él no es así, y Alexey se dio cuenta de eso hace mucho tiempo», dijo Navalnaya, y calificó a Putin como un «mafioso sanguinario».
«Alexey fue torturado durante tres años», aseguró la viuda ante la plenaria del Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia.
Putin «debe responder por todo lo que le ha hecho a Alexey», abundó la viuda.
Navalny murió en una remota colonia penal en el ártico ruso, y, de acuerdo con su viuda, las autoridades rusas «abusaron de su cuerpo y abusaron de su madre».
Desde que el cuerpo del opositor le fue entregado a su madre el pasado sábado, el equipo del otrora principal detractor del Kremlin buscaba un lugar para ofrecerle un «adiós público», pero le «negaron» múltiples solicitudes, según sus colaboradores.
Los allegados del fallecido político aseguraron que las autoridades habían ejercido presiones respecto del lugar en el que debería celebrarse el entierro.
Las exequias podrían movilizar a numerosos simpatizantes de Navalny, lo cual podría resultar molesto para Putin de cara a las elecciones presidenciales del 15 al 17 de marzo.
«En todas partes rechazaron darnos nada. En algunos lugares, nos dijeron que estaba prohibido», explicó Jdanov en un comunicado divulgado en Telegram, criticando al «Kremlin y a (Serguéi) Sobianin», el alcalde de Moscú, próximo a Vladimir Putin.
El presidente ruso, que tiene previsto comparecer mañana frente a las dos cámaras del Parlamento con motivo de su discurso anual a la nación, no ha reaccionado a la muerte de Navalny, quien había sobrevivido en 2020 a un envenenamiento del que acusó al propio Putin, algo que este último siempre negó.
Las circunstancias del deceso de Navalny en prisión siguen sin estar claras. Según los servicios penitenciarios rusos, falleció tras haberse sentido mal «después de un paseo».
Sin embargo, los simpatizantes del opositor y múltiples dirigentes occidentales acusaron a Putin de su muerte, algunos aludiendo incluso a un «asesinato» ordenado tras tres años de detención.
Fuente: Télam