LATINOAMÉRICA | Una multitud con banderas de Colombia festejó en las calles, la victoria de Petro su nuevo presidente

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(Por ADL, enviada especial) El epicentro de los festejos por la victoria de Gustavo Petro en las elecciones presidenciales fue el estadio Movistar Arena, donde el Pacto Histórico montó su bunker para la prensa y los simpatizantes, que abarrotaron el lugar y los accesos por cuadras a la redonda.

El «trancón», como llaman en Colombia a los embotellamientos del tránsito, se puede medir por cuadras en la lluviosa noche de domingo, en la que los bocinazos retumbaron por sobre todos los gritos de festejo, que fueron muchos.

«Uribe, paraco (paramilitar) el pueblo está berraco (aguerrido)», cantaban muchos grupos, apuntando a Alvaro Uribe, el expresidente conservador de Colombia y líder de una corriente política que el próximo 7 de agosto, cuando el presidente Iván Duque entregue los atributos del mando, estará dejando el poder que detentó durante décadas.

Muchas, muchísimas banderas de Colombia entre los manifestantes y casi ninguna insignia partidaria, salvo las remeras de campaña con los nombres de Gustavo Petro y de su vicepresidenta electa, Francia Márquez, en grupos de manifestantes.

También gente que bailaba en la explanada de acceso al estadio, ubicado en el este de Bogotá, una suerte de cumbia con una letra que decia «Petro, Petro, voy a votar por Petro», y que tanto matizaban con el cántico tribunero «ole, olé, olé, Francia, Francia».

Otros, por su lado, bailaban ante la mirada impasible de los policías que ejercían una discreta seguridad en los márgenes del lugar y saltaban gritando «sí, se pudo», como un slogan pos campaña.

Cuando Télam consiguió ingresar al estadio, cuando Francia Márquez estaba a punto de cederle el micrófono al orador de fondo, el presidente electo Gustavo Petro, aquí y allá en la explanada del Movistar Arena, grupos de personas de 30 años promedio escuchaban la transmisión de los discursos por las radios de varios vehículos con las cuatro puertas abiertas y mucha cerveza para refrescar las gargantas cansadas.

Muchos también compraban pilotines para frenar la lluvia que caía por momentos a los infaltables cuentapropistas que salieron a buscar la changa diaria aprovechando la concentración. ||| Info: ADL, enviada especial – Télam