Los nigerinos debían elegir entre los dos candidatos más votados, Mohamed Bazoum, delfín del saliente Mahamadou Issoufou y beneficiado de la imponente maquinaria del gobernante Partido Nigerino para la Democracia y el Socialismo (PNDS), y el opositor Mahamane Ousmane, que ya fue presidente entre 1993 y 1996.
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se celebraban este domingo en Níger, un país preso de la violencia yihadista, quedó empañada por la muerte de siete miembros de la comisión electoral, cuyo vehículo explotó al pasar sobre una mina en la región occidental de Tillaberi, cerca de Mali, informó el gobernador local, Tidjani Ibrahim Katiella.
En la primera ronda, el 27 de diciembre pasado, participó 69,7% del padrón y Bazoum obtuvo 39,3% de los votos mientras Ousmane reunió 17%.
Pero la cita con las urnas quedó marcada por la muerte de siete miembros de la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI), que Katiella identificó como «presidentes de centros de votación y sus secretarios», contratados por la CENI, según la agencia de noticias AFP.
Además, la explosión provocó tres heridos.
C’est avec beaucoup de tristesse que j’ai appris le décès de 7 agents électoraux dans la commune de Dargol suite à l’explosion d’une mine posée par les terroristes qui hantent cette zone.
— Mohamed Bazoum (@mohamedbazoum) February 21, 2021
J’exprime ma compassion aux familles des défunts et prie Dieu pour le repos de leurs âmes.
Tweet del candidato Mohamed Azoum del » Partido Níger para la Democracia y el Socialismo (PNDS-Tarayya), «Con gran tristeza me enteré de la muerte de 7 agentes electorales en la comuna de Dargol luego de la explosión de una mina colocada por los terroristas que acechan esta zona. Expreso mi compasión a las familias de los difuntos y rezo a Dios por el resto de sus almas».
A principios de enero, después de la primera vuelta de las presidenciales, 100 personas murieron en el ataque de dos pueblos de la misma región, una de las peores masacres de civiles ocurridas en el país que tiene al oeste es escenario de la violencia de grupos yihadistas afiliados al Estado Islámico (EI) y en el este operan yihadistas nigerianos de Boko Haram.
Más temprano, el oficialista Bazoum ejecutó su votó.
«Aspiro a que el ganador cuente con suerte, y que ella esté de mi parte, y tengo muchas razones para creer que es así», declaró tras sufragar, en el ayuntamiento de Niamey, donde vehículos blindados y camionetas equipadas con ametralladoras garantizaban la seguridad.
Asimismo manifestó el deseo de «que la consulta transcurra en paz».
Por su parte, Mahamane Ousmane votó en un barrio popular de Zinder (sureste) su feudo y ciudad natal, y expresó que «si los ciudadanos constatan que estas elecciones fueron, una vez más fraudulentas», la situación será «difícil de gestionar».
El presidente saliente y el primero en ser elegido democráticamente, Mahamadou Issoufou, sufragó en el mismo circuito y destacó que «Níger enfrenta inmensos desafíos: de seguridad, demográfico, climático, de desarrollo económico y social, incluido el sanitario, el inmediato la covid-19».
Esta será la primera vez que un presidente electo suceda a otro, en un país que sufrió numerosos golpes de estado desde su independencia, en 1960.