El ciclón Freddy dejó al menos 463 muertos en África austral, 360 de ellos en Malaui, según el último balance difundido hoy en el país, uno de los más pobres del mundo, mientras que Naciones Unidas teme que se produzca una crisis humanitaria.
«Esperamos que el balance de daños y de muertos aumente a medida que nuevas zonas se vuelvan accesibles», declaró el presidente de Malaui, Lazarus Chakwera, que lleva tres días visitando zonas afectadas por el temporal, al tiempo que declaró dos semanas de luto nacional y estado de emergencia.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) afirmó en su última actualización que el ciclón se «redujo a una zona de baja presión y se disipó por completo el 15 de marzo», en donde más de 500.000 personas se vieron afectadas desde el 12 de marzo y unas 183.000 personas de una población de casi 20 millones perdieron sus hogares.
El ciclón Freddy, que va en camino de convertirse en una de las tormentas tropicales más largas del mundo, dejó también 86 muertos en Mozambique y 17 en la isla de Madagascar, consignó la agencia AFP.
Además, se estima que el equivalente de seis meses de lluvia cayó sobre el sur del país en un lapso de seis días, lo que provocó inundaciones y corrimientos de tierra.
Las autoridades habilitaron más de 300 refugios para los damnificados y movilizaron al ejército y la policía para gestionar la crisis.
Asimismo, las destrucciones aún dificultan la llegada de ayuda y equipos humanitarios, advirtió el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
«Todo se fue, las papas, el maíz», declaró Loveness Makhala, madre de cuatro hijos quien advirtió que no sabe «cómo vamos a pasar el año sin casa y sin comida».
El fenómeno meteorológico golpeó inicialmente el sur de África a finales de febrero, pero afectó principalmente Madagascar y Mozambique y causó un daño limitado en Malaui, situado en el interior del continente.
La tormenta volvió al océano Índico, donde tomó más potencia por la elevada temperatura del agua, y efectuó un inusual cambio de trayectoria para volver a golpear con más fuerza el territorio continental.
Por su parte, meteorólogos advirtieron que esta duración «excepcional» y otras características del ciclón está vinculadas al cambio climático.
Más de 280.000 niños necesitan urgentemente ayuda humanitaria, alertó una portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Fungma Fudong.
«Existe el riesgo de que el actual brote de cólera empeore, ya que los niños son los más vulnerables a esta crisis», dijo.
Fuente: télam