La ciudad de Los Ángeles, la segunda más populosa de EE.UU. inició esta noche un toque de queda mientras se mantienen los disturbios en varios puntos de la ciudad en protesta por la muerte del afroamericano George Floyd en Mineápolis esta semana.
Tras innumerables saqueos en las últimas horas, el alcalde de la ciudad, Eric Garcetti, ordenó este sábado el toque de queda en la ciudad para tratar de controlar las violentas protestas y la Policía local ha desplegado a toda su fuerza esta noche para intentar apaciguar la situación.