La iniciativa tiene como objetivo que los internos reformulen los mecanismos de solución de conflictos dentro de las prisiones y que, además, puedan dar a conocer el trabajo desarrollado en Batán donde intervienen más de 50 internos.
La creación de emprendimientos para mejorar las condiciones penitenciarias, el fomento de espacios que reformulen los mecanismos de solución de conflictos dentro de las prisiones, la recuperación de derechos de los detenidos y la promoción de su salud mental son algunos de los logros del colectivo «Liberté«, que funciona en la Unidad Penal 15 de Batán, y esas experiencias serán el eje central de la primera diplomatura universitaria de habla hispana gestionada desde la cárcel y por los propios internos.
«Modelos y prácticas de autogestión, lógicas de cuidado y justicia restaurativa en contexto de encierro» es el nombre de esta propuesta académica que se dictará desde el 11 de mayo desde el área de Extensión de la Facultad de Ciencias de la Salud y Trabajo Social de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
La convocatoria a proyectos de extensión por parte de esa unidad académica en el contexto de virtualidad por la pandemiasirvió como disparador para que los presos que integran este espacio y las organizaciones y profesionales que los acompañan diseñaran contra reloj esta propuesta de formación.
La diplomatura tendrá un doble objetivo: dar a conocer el trabajo desarrollado en Batán por «Liberté» desde 2014, en el que intervienen más de 50 internos, y abordar desde el plano académico los debates actuales que atraviesan a los paradigmas penitenciarios y las situaciones de encierro.
«Modelos y prácticas de autogestión, lógicas de cuidado y justicia restaurativa en contexto de encierro» es el nombre de esta propuesta académica
«La propuesta va a ser coordinada directamente por los internos, que van a profundizar en los desafíos actuales desde la propia experiencia del taller, y va a contar además con la intervención de especialistas de distintas partes del mundo», explicó a Télam el psicoanalista Ricardo Augman, que se desempeña como voluntario en la Procuración Penitenciaria de la Nación.
Augman señaló que el objetivo de esta diplomatura es «transmitir que existen posibilidades de tener una vida mejor durante el tiempo que a alguien le toque atravesar una situación de encierro carcelario, y usar el ejemplo de ‘Liberté’ en lo que tiene que ver con la construcción de puentes con la sociedad civil para cuando los internos salgan».
«El objetivo de esta diplomatura es transmitir que existen posibilidades de tener una vida mejor durante el tiempo que a alguien le toque atravesar una situación de encierro carcelario»
La diplomatura pondrá el foco en «el diálogo en torno a la complejidad de la cuestión carcelaria, desde una visión crítica pero también productiva de propuestas disruptivas y deconstructivas de la prisión clásica», y según sus organizadores, es la primera en el mundo de habla hispana gestada y coordinada desde la experiencia misma del interno.
Entre los especialistas que se sumarán a través de seminarios y charlas durante la cursada, que finalizará en noviembre, se informó que figuran el exjuez de la Corte Suprema, Raúl Zaffaroni; Iñaki Rivera Beiras, de la Universidad de Barcelona; el doctor en derecho Iñaki Anitua; Matías Bailon, profesor de Derecho Penal y Criminología de la Universidad de Buenos Aires; Silvio Cúneo, de la Universidad Central de Chile, y Canela Bella y Estefanía Heit, integrantes del Proyecto Mecha.
La jornada inaugural estará a cargo de Rivera Beiras, quien abordará los «Modelos y paradigmas sobre penalidad carcelaria contemporánea».
Xavier «Pampa» Aguirreal, uno de los internos de Batán que estará a cargo de la coordinación junto a Carlos Totaro, dijo a Télam que la iniciativa cumple de algún modo con un consejo del ex juez de Necochea, Mario Juliano, considerado «padrino» del taller «Liberté», quien falleció de un infarto en octubre de 2020.
«Él nos decía que a las noticias malas de la cárcel se encargan de difundir los medios, por eso dar a conocer las acciones buenas era algo de lo que nos íbamos a tener que encargar nosotros. Esta diplomatura va en línea con cada una de las cosas que hemos puesto en marcha y que han sido un camino para recuperar dignidad», señaló.
Aguirreal aseguró además: «Cada vez que tenemos la oportunidad de difundir nuestro trabajo, en la huerta, en talleres, para que otros grupos de presos o presas se enteren de que esto se puede hacer, lo aprovechamos. Y qué mejor manera que difundir nuestro trabajo de autogestión en el ámbito académico».
«En Argentina no existe la condena de por vida, por lo tanto todo los presos tarde o temprano van a estar en libertad y ahí hay dos posibilidades: que el que salga sea un preso libre del cual la gente se tenga que cuidar, o que sea un vecino más. Eso depende de cómo transcurrió su vida en la cárcel, si es con dignidad o no. En ese proceso entra nuestro trabajo y el de la gente que nos acompaña, y esa es la experiencia a compartir», expresó.
«En Argentina no existe la condena de por vida, por lo tanto todo los presos tarde o temprano van a estar en libertad y ahí hay dos posibilidades:que el que salga sea un preso libre del cual la gente se tenga que cuidar, o que sea un vecino más»
Para la secretaria de Extensión de la Facultad de Ciencias de la Salud y Trabajo Social, Ludmila Ascue, se trata de una propuesta «revolucionaria porque permite a personas privadas de su libertad devolver a la sociedad una experiencia de formación y a su vez sentirse parte de un sistema que debe ser integrador e inclusivo, como el de la universidad pública».
«Esta diplomatura con esta óptica tan interesante y tan especial de los contextos de encierro nos sorprendió a la hora de la convocatoria, incluso aunque se trata de un llamado abierto a toda la comunidad, y creemos que es una oportunidad muy interesante, no solamente en términos teóricos, sino por quiénes son los que la gestionaron y la van a llevar adelante», señaló en diálogo con Télam.
Tras la aprobación de la propuesta por parte de la facultad, el cupo de 300 inscripciones abierto inicialmente se agotó en cuestión de días, por lo que decidieron agregar 600 más.
«Se puede anotar cualquiera, desde especialistas a internos de otras unidades, sin requisitos y de manera gratuita», dijo Augman, y precisó que la cursada se dictará de manera remota a través de clases sincrónicas y otras grabadas.