Un desprendimiento de rocas de la ladera del cerro Chenque, en los alrededores de Comodoro Rivadavia, Chubut, causado por la lluvia persistente, obligó al corte del tránsito sobre la ruta nacional 3 y el desvío por el camino alternativo, sin que se produjeran daños personales,
«Estamos trabajando sobre la zona del desvío y procurando despejar todo con maquinaria, además de apuntalar la parte alta para intentar evitar mayores desprendimientos», dijo en un breve contacto con Télam el secretario operativo de la Municipalidad de Comodoro Rivadavia, Ricardo Gaitán.
Las rocas caídas de la parte alta no provocaron daños personales, pero «eso fue un milagro porque quedó a pocos metros de la fila de camiones en la que íbamos» indicó Juan, un conductor de transporte de combustible que ingresaba a Comodoro Rivadavia cuando se encontró con las gigantescas rocas.
A raíz del temporal, el ministro de Defensa, Jorge Taiana, junto al Jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, teniente general Martin Paleo, ordenó la instalación de un puente tipo “Bailey” en Comodoro Rivadavia, luego del pedido del intendente local, se informó oficialmente.
Según indicaron, el Batallón de Ingenieros Mecanizado 9, con asiento en la ciudad chubutense de Río Mayo, alistó y desplegó 60 efectivos, 8 vehículos y 27 metros de puente que permitirá que 150 familias residentes puedan acceder al barrio “Arenales”, ubicado en la Ruta Provincial 26 próximo a la intersección con la Ruta Nacional 3.
La lluvia provocó múltiples inconvenientes en la ciudad petrolera, la más poblada de Chubut, que entre otras cosas debió interrumpir el servicio de transporte de pasajeros en varios ramales, suspender el dictado de clases ayer y romper un puente alternativo para facilitar el escurrimiento del agua en la zona de Caleta Córdova.
De acuerdo al último parte del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), esa ciudad recibió un aporte de 120 milímetros en las últimas 36 horas, un registro poco usual para la zona que la ubica como la segunda gran lluvia después de la del 2017 que tuvo consecuencias trágicas.
El coordinador de defensa civil de esa comuna, Miguel Vargas, recordó que «en este caso fue una lluvia mucho menos intensa» que la de 2017, y valoró «las obras que se hicieron para el escurrimiento de pluviales que, si bien no están concluidas, rindieron su efecto y hoy podemos decir que la situación mejoró muchísimo».
El funcionario aclaró que «se ven calles con agua y viviendas con complicaciones, pero nada como aquella vez cuando tuvimos cientos de evacuados y muertos».
La comuna contabilizó hasta hoy cinco familias que debieron ser asistidas y un número no precisado de autoevacuados, es decir de vecinos que salieron por sus propios medios y buscaron refugio en la casa de familiares.
Vargas reconoció que «persiste el alerta roja» y se esperaba para esta madrugada «un golpe de agua que por suerte no ocurrió».
«Eso nos lleva alivio porque preveíamos condiciones peores a las que ahora tenemos, con una lluvia que persiste pero mucho más tenue y esperamos que para fines de esta tarde ya haya pasado el temporal», añadió.
El gobierno del Chubut asistió con nylon para recubrir los techos precarios de quienes lo necesiten y leña para que puedan calefaccionarse los sectores más vulnerables.
Fuente: Télam