La Historia de un sobreviviente de la AMIA y la fuerza del amor, contada por su hija

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Dalia Gutmann narra cómo su padre encontró esperanza en el amor mientras enfrentaba el horror del atentado. Esto lo hizo en una entrevista en Radio con vos, durante el programa «Y ahora quién podrá ayudarnos», conducido por Ernesto Tenembaum.

El 18 de julio de 1994, un atentado terrorista golpeó el corazón de Buenos Aires, dejando una herida profunda y duradera en la comunidad judía argentina y en todo el país. La Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) fue el blanco de una explosión que cobró la vida de 85 personas y dejó a cientos heridas. Treinta años después, el dolor y la memoria siguen vivos, pero también las historias de amor y esperanza que surgieron en medio de la tragedia.

Dalia Gutmann, la reconocida artista y comediante argentina, comparte la conmovedora historia de su padre, un sobreviviente del atentado a la AMIA. Su relato nos transporta a ese día fatídico, donde su padre quedó atrapado bajo los escombros, rodeado de muerte y destrucción. Sin embargo, en medio del caos, su pensamiento estaba en su amada Luisa, la madre de Dalia. «Me voy a ir a Hawái con Luisa», repetía una y otra vez mientras esperaba ser rescatado, aferrándose a ese sueño como una tabla de salvación en un mar de desesperanza.

La fuerza del amor de su padre por Luisa fue lo que lo mantuvo vivo. Ese amor le dio esperanza y un motivo para seguir luchando, incluso cuando todo parecía perdido. Cuando finalmente fue rescatado y llevado al hospital Fernández, sus primeras palabras a su esposa fueron: «Nos vamos a ir a Hawái». Y cumplieron ese sueño no una, sino tres veces, reafirmando la vida y la esperanza en cada viaje.

Sin embargo, el camino hacia la recuperación no fue fácil. La salud mental de su padre nunca volvió a ser la misma. Antes del atentado, era un hombre lleno de humor y vitalidad, pero el trauma y la falta de apoyo psicológico lo transformaron. Años después, otro golpe lo dejó aún más herido: fue despedido de su trabajo en la AMIA, el mismo lugar donde había sobrevivido al atentado. Esta injusticia renovó sus heridas emocionales y lo sumió en un profundo dolor.

Dalia recuerda con claridad cómo los comentarios antisemitas y la indiferencia de algunos sectores de la sociedad agravaron la situación. La falta de un plan de apoyo gubernamental para los sobrevivientes del atentado dejó a muchos, incluido su padre, sin la ayuda necesaria para superar el trauma.

A pesar de todo, la historia de su padre es una de amor y resiliencia. A través del amor por su familia, encontró la fuerza para seguir adelante. Este amor se convirtió en su refugio y su motivación, incluso en los momentos más oscuros.

La historia del padre de Dalia Gutmann es un testimonio poderoso de cómo el amor puede ser una fuente de esperanza y fuerza en medio de la tragedia. Nos recuerda que, aunque el dolor del pasado no puede ser borrado, el amor tiene el poder de sanar y dar sentido a la vida. Treinta años después del atentado, su historia sigue siendo un faro de luz en medio de la oscuridad, un recordatorio de la resiliencia del espíritu humano y la fuerza del amor para superar cualquier adversidad. Todo esto, con el continuo pedido de Justicia, que como decimos durante la nota, pasaron 30 años y el atentado sigue impune.

Diario de Punilla | Fuente: Radio con vos