La Cámara de Diputados se prepara para dar el debate de los proyectos de legalización del aborto y del Plan de los 1000 días que enviará al Congreso el Gobierno Nacional.
La Cámara de Diputados se prepara para dar el debate de los proyectos de legalización del aborto y del Plan de los 1000 días que enviará al Congreso el Gobierno Nacional, que apeló a la «responsabilidad» para desarrollar un análisis «respetuoso» y «sin agravios ni escraches de ningún lado».
La secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, anticipó que el Poder Ejecutivo girará en noviembre los proyectos de interrupción voluntaria del embarazo y del plan para contener a las mujeres más vulnerables, con el objetivo de ser tratados en las sesiones extraordinarias.
Pero mientras aguardan que el gobierno envíe el proyecto de legalización de aborto, las diputadas que se identifican como verdes -el color que utiliza la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito- y como celestes, las ligadas a las organizaciones «pro vida», ya hacen números de como sería la votación en la cámara baja.
De hecho, la iniciativa de interrupción voluntaria del embarazo divide las aguas en el Congreso sin importar la pertenencia política de cada legislador, aunque está claro que el Frente de Todos tiene mayor cantidad de diputados verdes y Juntos por el Cambio de celestes.
El oficialismo indicó que serán oídas todas las posturas para debatir el proyecto.
Fuentes parlamentarias señalaron que en diputados los números están mas ajustados, pero se impone la postura a favor de la legalización del aborto, con mayor holgura de lo que sucedió en el 2018 cuando que la votación en un final muy parejo salió 129 a 125 votos a favor de la legalización tras un duro debate.
Pero ahora el Gobierno no quiere que se produzcan la situaciones vividas en 2018, cuando se trató la legalización del aborto -aprobada en diputados y rechazada en el Senado- y los legisladores sufrieron escraches por la posición que asumieron respecto a esta iniciativa.
Por ese motivo, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero sostuvo hoy que “es importante que se dé un debate franco en el Congreso”.
Vilma Ibarra, a su vez, confirmó el envío del proyecto para ser debatido en sesiones extraordinarias y pidió que el debate de la iniciativa sea «respetuoso», y «sin agravios ni escraches de ningún lado».
Desde la Iglesia, el arzobispo de San Juan, monseñor Jorge Lozano, consideró hoy que «hay contradicciones» entre el proyecto de ley de legalización del aborto y el que crea el Plan de los 1.000 días, que el Gobierno nacional anunció que enviará juntos al Congreso en las próximas semanas.
«No entendemos porque simultáneamente se va a poner a andar el Plan de los 1000 días, incluyendo el embarazo, lo que quiere decir que hay una vida que atender, y a la vez un proyecto que quiere eliminarlas, por eso vemos algunas contradicciones», dijo el arzobispo en declaraciones a radio Sarmiento de San Juan.
En la Cámara de Diputados, los legisladores oficialistas y opositores que están a favor del proyecto celebraron la decisión del gobierno de enviar el proyecto sobre el aborto, mientras que otros parlamentarios reafirmaron su posición a favor de las «dos vidas».
«El anuncio oficial confirma nuestro compromiso de Gobierno con la legalización del aborto. Nos dimos este tiempo para generar las condiciones necesarias y propiciar el mejor momento para tratar el proyecto», dijo en declaraciones a Télam la presidenta de la comisión de Mujeres y Diversidad de la Cámara de Diputados, Mónica Macha (Frente de Todos).
Agregó que «por primera vez en la historia vamos a tener un proyecto realizado y enviado por el Ejecutivo» y dijo que se está en la víspera de «un hecho histórico para el transfeminismo».
En tanto, la diputada de Juntos por el Cambio y militante «pro vida» Dina Rezinovsky afirmó a Télam que «no es el momento oportuno de debatir el aborto cuando hace 250 días tenemos un virus y nos están diciendo que nos cuidemos porque hay que salvar vidas, y ahora quieren matar bebes que están en el vientre de sus progenitoras».
«Nosotros estamos de acuerdo con la postura de tener políticas educativas para prevenir el embarazo para defender la vida, pero nos oponemos a que la solución al problema del embarazo sea el aborto, con lo cual rechazamos el proyecto y defendemos las dos vidas», apuntó.
En tanto, desde el radicalismo Brenda Austin afirmó que «desde el comienzo del periodo parlamentario» está «a la espera de que el Poder Ejecutivo cumpla con su promesa y envíe el proyecto», por lo que celebraba el anuncio que hizo Vilma Ibarra «tanto del proyecto del aborto como del plan de 1.000 días».
En declaraciones a Télam, Austin dijo que «si bien queda poco tiempo en el año parlamentario, si el oficialismo se compromete a incluirlo en las sesiones extraordinarias y a empujar su tratamiento no tenemos dudas de que van a darse las condiciones para avanzar».
A su vez, el radical Luis Petri reafirmó su posición en contra de la legalización del aborto como hizo hace dos años y dijo que sí estaba «de acuerdo con la despenalización de las mujeres que se realizan un aborto».
Por su parte, la presidenta de la comisión de Legislación Penal, Carolina Gaillard (Frente de Todos-Entre Ríos) sostuvo que «es una decisión muy importante del Presidente a favor de la salud pública» que vienen «pidiendo desde el movimiento de mujeres hace años».
En declaraciones a Télam, Gaillard dijo que «los abortos se practican, existen, y las mujeres mueren por la clandestinidad».
«Necesitamos que el Estado cuide y proteja y no castigue y criminalice a la mujer en esa situación tan traumática como es un embarazo no deseado. Celebramos la iniciativa del Ejecutivo», completó.
Info: Telam