En otra desafortunada decisión, Patricia Bullrich ha destituido a Gustavo Vera, destacado líder en la lucha contra la trata de personas, quien ha dedicado incansables esfuerzos por recuperar la dignidad de las víctimas. Este acto ha generado un gran impacto, considerando el valioso trabajo desempeñado por Vera.
En los últimos meses, bajo la dirección de Vera, se lograron rescatar más de 130 víctimas de trata de personas. Sin embargo, y lamentablemente, ninguna de ellas ha recibido la asistencia económica requerida, a pesar de las obligaciones legales del Estado Nacional y sus compromisos internacionales. Vera ha realizado numerosos reclamos al Ministerio de Capital Humano, sin obtener respuestas concretas. Su negativa a ser cómplice del abandono de personas en extrema vulnerabilidad ha sido firme.
La labor de la Dirección del Comité se ha visto obstaculizada en los últimos tres meses, primero con recortes en movilidad y salarios, y luego con la falta de respuestas del Ministerio de Capital Humano en cuanto a la asistencia. El traslado del organismo al Ministerio de Seguridad ha generado aún más preocupación, yendo en contra de las recomendaciones internacionales.
El cese repentino de Gustavo Vera en sus funciones como director operativo del Comité Ejecutivo para la Lucha contra la Trata, sin explicación alguna, es percibido como una medida injusta y contraproducente. Resulta inevitable asociar este hecho a su insistente reclamo por la asistencia a las víctimas, que continúan en estado de desamparo.
Durante su gestión, Argentina mantuvo la máxima calificación mundial durante cuatro años consecutivos y fue reconocida entre los 28 países líderes en la lucha contra la trata. Organismos internacionales como el Departamento de Estado, la ONU, la OIT y la OIM han elogiado los avances realizados en materia de prevención, persecución del delito y protección a las víctimas, gracias al arduo trabajo liderado por Gustavo Vera. Su destitución plantea interrogantes sobre el futuro de estas importantes iniciativas y la continuidad del compromiso argentino en la lucha contra la trata de personas.
Entre 2020 y 2023, se rescataron más de 5200 víctimas, de las cuales 3200 recibieron el programa Acompañar, 1300 la prestación por explotación laboral de Renatre, y 400 Potenciar Trabajo. Además, se creó el Programa de Capacitación e Inclusión Laboral (Reparar), proporcionando a cientos de víctimas oportunidades para aprender oficios y obtener ingresos. La creación de una línea de acompañamiento terapéutico a nivel nacional y el patrocinio jurídico desde el Ministerio Público de la Defensa son logros notables.
Asimismo, se implementó un programa de soluciones habitacionales único en el mundo, administrado por los Institutos de la Vivienda, y se comenzó a instrumentar la reparación desde el Fondo de Asistencia para Víctimas de Trata. Se destacan también los esfuerzos para crear mesas interinstitucionales a lo largo del país y establecer cooperación regional con diez países sudamericanos.
Además, se promovieron ordenanzas y leyes para la difusión de la línea 145 y la inclusión laboral de víctimas en varias provincias. Se llevaron a cabo campañas de sensibilización en colaboración con entidades públicas y privadas, incluyendo una campaña masiva con la Asociación del Fútbol Argentino. La lucha contra la trata de personas se fortaleció con la creación de divisiones específicas dentro de la AFIP para combatir el trabajo ilegal y el seguimiento de la ruta del dinero.
La continuidad y profundización de estas políticas son fundamentales, más allá del gobierno de turno. La destitución de Gustavo Vera representa un revés en esta lucha que no debe ser ignorado ni subestimado. Nos convoca a seguir luchando contra la esclavitud y el descarte humano, comprometiéndonos a garantizar la restitución de los derechos de las víctimas. La Argentina debe mantenerse firme en su compromiso de erradicar este flagelo y proteger a los más vulnerables.
Gonzalo Goro – Diario de Punilla | Fuente: La Alameda