Para el Gobierno, la medida impactará en «un precio diferenciado más bajo, con claro beneficio para el consumidor». Sin embargo, aún no se han especificado con precisión los alcances de este beneficio ni cómo se garantizará su implementación efectiva. En la Ciudad de Buenos Aires y Mendoza se realizaron pruebas piloto de este nuevo sistema en estaciones de servicio de YPF y Shell.
Cómo funcionará el autodespacho de combustible en la Argentina
El Gobierno nacional publicó este miércoles en el Boletín Oficial la disposición que permite el autoservicio de combustibles en las estaciones de servicio. El decreto 46/2025, firmado por la Secretaría de Energía, reglamenta la posibilidad de que un usuario pueda despacharse nafta y gasoil por sí mismo.
Desde el Ejecutivo sostienen que la medida permitirá reducir costos operativos para las estaciones de servicio y, en consecuencia, ofrecer un precio diferenciado. Sin embargo, no se han detallado los porcentajes de ahorro ni si estos serán realmente significativos para los consumidores.
En la Ciudad de Buenos Aires y Mendoza se llevaron a cabo pruebas piloto, aunque en provincias como Buenos Aires, La Pampa y Jujuy la medida no podrá implementarse debido a normativas locales que restringen la operación de surtidores a personal autorizado.
La iniciativa, que se encuentra vigente en otros países, podría significar un cambio en la experiencia del usuario, aunque aún no está claro si implicará un beneficio real en los precios o si terminará siendo una modificación más de forma que de fondo.
Un modelo con dudas por resolver
Uno de los aspectos que aún resta definir es el método de pago: si se deberá abonar antes de cargar el combustible o si se podrá pagar luego de realizar la carga. La Secretaría de Energía informó que en un plazo de 60 días establecerá los requerimientos específicos para la implementación del sistema, lo que sugiere que aún quedan puntos clave sin resolver.
Si bien el autodespacho ya funciona en países como Estados Unidos, Australia y algunas naciones europeas, la adaptación al mercado argentino dependerá de múltiples factores, entre ellos, la aceptación por parte de los usuarios y la real diferencia en los precios. Aún resta saber si el ahorro prometido se traducirá en un beneficio tangible para los consumidores o si, en la práctica, la medida terminará favoreciendo solo a las estaciones de servicio al reducir costos operativos.