Una vez más, la Plaza de Mayo se convirtió en el epicentro de la memoria colectiva y la lucha por los derechos humanos.
Este domingo, una multitud se congregó para conmemorar el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, a 48 años desde el golpe militar que sumió a Argentina en una de las épocas más oscuras de su historia. Sin embargo, este 24 de marzo fue inédito, ya que se realizó bajo la sombra de un gobierno nacional que, por primera vez en la era democrática, enarbola posturas negacionistas y rechaza la cifra de 30 mil desaparecidos.
Con una convocatoria impulsada por diversos organismos de derechos humanos, junto a agrupaciones políticas, sociales, estudiantiles y gremiales, la marcha no solo buscó recordar el pasado sino también hacer frente a las políticas de ajuste económico implementadas por el gobierno de Javier Milei.
Desde tempranas horas, la Plaza de Mayo se llenó de voces clamando por memoria, verdad y justicia. Madres y Abuelas, en sillas de ruedas o con bastones, se unieron a jóvenes y familias completas en una muestra de continuidad generacional en la lucha por los derechos humanos.
Sin embargo, a pesar de la unión en el reclamo por la justicia, los diferentes organismos de derechos humanos no lograron concretar un acto unificado. Como en años anteriores, se llevaron a cabo dos actividades por separado.
El primer acto, convocado por 13 organismos de derechos humanos, contó con la participación activa de la CGT y las dos CTA. Entre los presentes, destacaron figuras políticas como Axel Kicillof, Juan Grabois, Máximo Kirchner, del peronismo, y Martín Lousteau, del radicalismo.
Kicillof resaltó la importancia de la jornada, señalando que «cosas que creíamos que estaban resueltas hoy se vuelven a discutir», haciendo hincapié en la necesidad de mantener viva la consigna de «memoria, verdad y Justicia y son 30.000».
Mientras tanto, el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, junto a organizaciones políticas de izquierda, movimientos sociales y estudiantiles, también se concentró para manifestarse en contra del negacionismo y la impunidad.
Por otro lado, la Asociación de Madres de Plaza de Mayo llevó a cabo su propio acto bajo la consigna «La patria no se vende, la vida no se entrega, el pueblo se subleva», recordando su compromiso incansable con la búsqueda de verdad y justicia.
Este año, la ausencia de los medios públicos en la cobertura oficial del evento se destacó como un hecho sin precedentes en los 40 años de democracia. Para muchos, esta ausencia refleja el negacionismo y la censura ejercida por el gobierno, que desprecia la libertad de expresión.
Esta marcha del 24 de marzo de 2024, no solo fue un acto de memoria y homenaje a las víctimas del pasado, sino también una demostración de resistencia frente a las políticas negacionistas y de ajuste que amenazan los valores democráticos de Argentina.
Gonzalo Goro – Diario de Punilla | Fuente: Somos Télam