Con las cifras oficiales informadas este sábado, el total de fallecidos desde el inicio de la pandemia se elevó a 46.737, mientras los contagiados llegan a 1.862.192.
Otras 162 personas murieron y 8.362 fueron diagnosticadas con coronavirus en las últimas 24 horas en la Argentina, en tanto que para este domingo esta previsto el despegue de un vuelo de Aerolíneas Argentinas hacia la Federación Rusa en busca de una nueva partida de la vacuna Sputnik V.
Con las cifras oficiales informadas este sábado, el total de fallecidos desde el inicio de la pandemia se elevó a 46.737, mientras los contagiados llegan a 1.862.192, de los cuales 1.646.668 son pacientes recuperados y 168.787 casos activos.
El Ministerio de Salud informó que un total de 3.618 personas permanecen internadas en Unidades de Terapia Intensiva (UTI), en tanto que el porcentaje de ocupación de camas es del 54,6% a nivel nacional y del 60,3% en el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA).
Del total de contagiados en las últimas 24 horas, Buenos Aires reportó 3.265, Ciudad de Buenos Aires 924, Catamarca 53, Chaco 172, Chubut 199, Corrientes 162, Córdoba 544, Entre Ríos 302 , Formosa 3, Jujuy 8, La Pampa 106, La Rioja 13, Mendoza 101, Misiones 214, Neuquén 241, Río Negro 286, Salta 59, San Juan 32, San Luis 475, Santa Cruz 179, Santa Fe 698, Santiago del Estero 170, Tierra del Fuego 74 y Tucumán 82.
En este contexto, un vuelo de Aerolíneas Argentinas partirá hacia la Federación Rusa en busca de una nueva partida de la vacuna Sputnik V, según confirmaron fuentes oficiales.
El vuelo AR1602 partirá desde Ezeiza sin escalas hacia el aeropuerto Sheremétievo de la capital rusa, en horario a determinar, añadieron las fuentes.
La travesía, que durará entre 15 y 17 horas, estará a cargo de 10 tripulantes, entre pilotos y copilotos -cuatro en funciones y una de refuerzo-, despachantes, técnicos y personal de carga.
La aeronave sobrevolará Uruguay y Brasil para cruzar el océano Atlántico y pasar por sobre España, Francia, Suiza, Alemania, República Checa, Polonia, Bielorrusia y Rusia.
El proceso de carga de este tercer vuelo en el aeropuerto Sheremétievo llevará unas cinco horas y tras esa tarea el avión emprenderá vuelo en forma inmediata a la Argentina.
En esta oportunidad la cantidad de dosis a traer «dependerá del volumen de los envases de las vacunas», indicaron las fuentes.
Hay tres formas distintas de traerlas: con los Thermobox, como se hizo en los dos primeros viajes; en cajas o en containers refrigerados; en todos los casos a 18 grados bajo cero y con 60 horas de autonomía.
Con el primer método pueden entrar unos 600.000 vacunas por vuelo, las cajas tienen más volumen y por consiguiente menos cantidad, y los containers refrigerados albergan menos volumen y mayor cantidad.
«Según el envase que se use se sabrá la cantidad de vacunas», indicaron las fuentes y señalaron que dependerá de los que empleen las empresas DHL y Hellmann Worldwide Logistics, a cargo de los embalajes.
En tanto, trabajadores de la salud de distintos puntos del país que completaron el proceso de inmunización con la vacuna Sputnik V alentaron a la población a recibir la vacuna y seguir cumpliendo con las medidas de prevención frente a la Covid-19, una pandemia que los colocó en la «primera línea de batalla».
Griselda Ruiz Freyres, médica clínica desde hace 11 años, aseguró que confía «plenamente» en la Sputnik V, cuya segunda dosis se aplicó el martes pasado, y remarcó que, «si hubiera podido», le cedía su lugar de vacunación a sus padres y consideró que la vacuna, «es un plus, un empujón para seguir trabajando y ganarle al virus».
Durante una de sus interminables noches de guardia en el Hospital Gandulfo, ubicado en el municipio bonaerense de Lomas de Zamora, la médica (36 años) hizo una pausa para dialogar con Télam y aseguró: «Hubo meses en los que la pasé, la pasamos, muy mal, sin francos, comiendo a las apuradas y los pacientes que no paraban de llegar».
23-01-21-reporte-vespertino-covid-19Panorama internacional
En el plano internacional, los inesperados retrasos de muchos laboratorios en la producción y entrega de vacunas contra la Covid-19 se extienden por el mundo y amenazan las campañas de inmunización de los países, justo cuando la pandemia arrecia y se agrava con la aparición de nuevas mutaciones más contagiosas del virus.
A la demora anunciada la semana pasada por el gigante estadounidense Pfizer, cuyos envíos de vacunas se vieron reducidos mientras agranda su capacidad de producción, se sumó la del británico AstraZeneca, que por una «disminución de rendimiento» admitió que las dosis contempladas para el primer trimestre en Europa podrían reducirse a la mitad de lo previsto.
Por otra parte y con su normalidad totalmente recuperada y hasta discotecas abiertas, la ciudad ciudad de Wuhan, «cuna» del coronavirus, cumplió este sábado un año desde el inicio de la que sería la primera cuarentena total de una pandemia que, en contraste, arrecia en el resto del mundo y rebrota en otras partes de China.
Wuhan, una urbe industrial de 11 millones de habitantes, estuvo paralizada por 76 días durante los cuales China mostró al mundo la velocidad de luz con la que construía hospitales y la disciplina y organización de sus habitantes para hacer frente a una situación inédita.
Un año después, en la metrópolis china donde se detectó el primer caso de coronavirus, los residentes practicaban Tai Chi o trotaban en un parque a orillas del río Yangtze como si nada hubiera ocurrido.