En medio de un conflicto sindical, la administración de Javier Milei amenaza con cerrar Aerolíneas Argentinas y privatizar servicios clave en los aeropuertos. La estrategia de reducción de la participación estatal genera incertidumbre entre los trabajadores y aumenta las tensiones con los gremios aeronáuticos.
Este viernes se perfila como una jornada clave para el futuro de Aerolíneas Argentinas, en medio de negociaciones tensas entre los representantes de la compañía estatal y los gremios aeronáuticos. La posibilidad de que el gobierno de Javier Milei cierre la empresa ha desatado una ola de preocupación, no solo entre los trabajadores, sino en sectores que ven en este movimiento una avanzada ideológica contra las empresas públicas y el rol del Estado en servicios esenciales.
El conflicto sindical en Aerolíneas se suma a la reciente desregulación del servicio de rampa en los aeropuertos, hasta ahora operado por Intercargo, medida que el gobierno sostiene como necesaria para mejorar la operatividad, pero que representa el desmantelamiento de otra área estratégica del sector público. Según el vocero presidencial Manuel Adorni, «es el fin de Intercargo tal como lo conocemos», anunciando una apertura para que empresas privadas asuman este servicio. La respuesta sindical ha sido inmediata, con gremios aeronáuticos como APA, APLA y AAA en estado de alerta y movilización.
«Estamos dispuestos a dialogar», expresó Juan Pablo Brey, líder de la Asociación Argentina de Aeronavegantes, quien sin embargo remarcó el descontento de los gremios por lo que consideran provocaciones constantes del gobierno. En su visión, la postura inflexible de la administración Milei parece responder más a un cálculo político que a una disposición real de resolver el conflicto, generando tensiones entre trabajadores y usuarios en un clima de alta conflictividad.
Mientras tanto, los gremios se preparan para continuar con las medidas de fuerza en defensa de sus derechos laborales. Brey advirtió que «el gobierno busca el conflicto permanente porque le reditúa ante sus votantes» y señaló que, en lugar de avanzar en una mesa de diálogo, las autoridades responden con despidos y declaraciones que, lejos de aportar soluciones, profundizan la grieta entre los sectores en conflicto.
La política de cierre de empresas públicas y el avance hacia la privatización de servicios estratégicos se ha convertido en un eje clave de la administración Milei, decidida a reducir al mínimo la participación estatal, aun a costa de generar una inestabilidad creciente entre miles de familias argentinas que dependen de estos empleos.
Diario de Punilla | Fuente Infobae