El padre Mariano Oberlin, párroco del barrio Müller en Córdoba, denunció que el discurso de Javier Milei fomenta la exaltación de grupos delictivos y debilita las acciones solidarias, en una entrevista con La Nueva Mañana.
En medio de la controversia generada por la reciente visita de legisladores a genocidas, organizada por el sacerdote Olivera Ravassi, el padre Mariano Oberlin, párroco del barrio Müller en Córdoba, expresó su preocupación por las repercusiones del discurso presidencial en distintos ámbitos de la sociedad. “Los terribles sucesos de visitas a genocidas, la desaparición de niños y el ataque a quienes asisten a los pobres son consecuencia del discurso de Milei”, manifestó Oberlin en una entrevista con La Nueva Mañana.
El sacerdote también destacó el efecto del discurso presidencial en la percepción de grupos delictivos: “Quiero señalar que hoy, en consecuencia con este discurso, en la zona en la cual oficio mi sacerdocio se nota fuertemente una especie de autovaloración en alza por parte de los grupos de personas vinculadas al narco, porque sienten que se les ha allanado el camino en su favor”. Según Oberlin, esta tendencia refleja una preocupante normalización de comportamientos mafiosos, alentados por la retórica oficial.
Oberlin se refirió al caso de Olivera Ravassi, quien fue desplazado de la diócesis de Zárate-Campana tras organizar la polémica reunión entre legisladores y genocidas. Explicó que Ravassi, formado en sectores ultraconservadores de la Iglesia, había solicitado una acogida transitoria en esa diócesis por razones personales. “Ahora ha sido desplazado de la diócesis, pero no expulsado de la iglesia ni de la localidad”, aclaró el sacerdote, subrayando que esta decisión responde a las normativas internas de la institución.
Además, el padre Oberlin vinculó el discurso de Milei con la desaparición de Loan, un niño en Corrientes, y denunció la peligrosidad de desmantelar las instituciones que combaten la trata de personas. “Hoy este tipo de situaciones son alentadas y justificadas por la línea de pensamiento que se baja desde el gobierno nacional”, afirmó, haciendo referencia al desmantelamiento de organismos públicos como el Inadi.
En cuanto al aumento de la pobreza en Argentina, Oberlin subrayó que la Iglesia está trabajando intensamente para mitigar el impacto, abriendo más comedores y apoyando a las personas necesitadas. Sin embargo, lamentó que las acciones solidarias sean vistas como actos de delincuencia por el actual gobierno. “Yo nunca había visto que la caridad sea considerada como un acto de delincuencia por las autoridades de ningún gobierno, hasta la llegada de Milei”, concluyó.
Redacción Diario de Punilla | Fuente LNM