Hoy, las calles de Argentina se volverán a teñir de celeste y blanco, pero esta vez no será para celebrar un triunfo deportivo o un aniversario patrio. La comunidad estudiantil y universitaria del país se movilizará en defensa de la educación pública, frente a la política de desfinanciamiento que aplica el gobierno del presidente Javier Milei.
Una historia de lucha y conquistas
La historia del movimiento universitario argentino está plagada de luchas y conquistas. Desde la Reforma de 1918, que sentó las bases para la autonomía universitaria, la libertad de cátedra y la participación de los estudiantes en el cogobierno, hasta las resistencias a las dictaduras militares y la defensa de la gratuidad de la educación en los albores del siglo XXI.
La Reforma de 1918: un hito en la historia latinoamericana
En 1918, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) se convirtió en el epicentro de un movimiento que transformaría para siempre la educación superior en Argentina y América Latina. Cansados de un sistema elitista y autoritario, los estudiantes cordobeses exigieron reformas que garantizaran el acceso a la educación pública para todos, la libertad de cátedra y la participación de los estudiantes en el gobierno de las universidades.
La Reforma de 1918 no solo significó un triunfo para los estudiantes argentinos, sino que también inspiró movimientos similares en otros países de la región, como Cuba, México, Perú y Uruguay.
La Noche de los Bastones Largos y el Cordobazo: símbolos de la resistencia
En 1966, la dictadura militar de Juan Carlos Onganía asestó un duro golpe a la autonomía universitaria. El 29 de julio de ese año, la policía irrumpió violentamente en las universidades nacionales, reprimiendo a estudiantes y docentes, y dando inicio a una etapa de oscurantismo y mediocridad en la educación superior.
La Noche de los Bastones Largos, como se conoce a este episodio, no logró doblegar el espíritu combativo de la comunidad universitaria. En 1969, Córdoba volvió a ser escenario de una histórica protesta: el Cordobazo. Obreros y estudiantes se unieron en las calles para repudiar las medidas económicas del gobierno de Onganía, lo que derivó en una revuelta popular que puso en jaque a la dictadura.
Las luchas de los 70, la Ley de Educación Superior y la defensa de la gratuidad
En la década de 1970, la universidad pública argentina fue nuevamente víctima del autoritarismo. Tras la muerte de Juan Domingo Perón, el ministro de Educación, Oscar Ivanissevic, impuso un férreo control ideológico en las universidades y reprimió a la comunidad educativa.
Con la recuperación de la democracia en 1983, la universidad pública inició un proceso de normalización que le permitió recuperar la autonomía. Sin embargo, los desafíos no terminaron ahí. En 1995, el movimiento universitario volvió a ganar las calles para protestar contra la sanción de la Ley de Educación Superior, que planteaba la educación universitaria como «un servicio» y no como un derecho.
Las movilizaciones estudiantiles lograron frenar la implementación del arancelamiento y preservar la gratuidad de la educación pública. En 2001, en el marco de la crisis social y política que derivó en la caída del presidente Fernando de la Rúa, la comunidad universitaria se movilizó nuevamente para defender la educación pública frente a los intentos de ajuste del gobierno.
Un nuevo desafío: el desfinanciamiento y las acusaciones de adoctrinamiento
En las últimas décadas, la educación pública argentina ha sufrido un progresivo desfinanciamiento. Esto ha impactado en la calidad de la educación, la infraestructura de las universidades y las condiciones laborales de los docentes y no docentes.
A su vez, el gobierno de Javier Milei ha lanzado duras críticas al sistema universitario, acusándolo de adoctrinamiento y militancia política. Estas acusaciones han generado un clima de tensión y preocupación en la comunidad educativa.
La jornada de hoy 23 de abril marcará un nuevo hito en la historia del movimiento universitario argentino.
Gonzalo Goro – Diario de Punilla | Fuente: Somos Télam