Cabrera debía presentarse el 14 de agosto en el Ministerio Público Fiscal de Córdoba, pero como no lo hizo la justicia allanó su casa en la ciudad de Villa Allende y allí la policía fue informada de que no estaba en el país.
La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) emitió hoy el alerta roja en la búsqueda del golfista Ángel «Pato» Cabrera, denunciado por violencia de género por su expareja en Córdoba y visto por última vez cuando participó de un torno en los Estados Unidos.
Angel «Pato» Cabrera
El ganador del US Open 2007 y del Masters de Augusta en 2009 participó el mes pasado en el Campeonato Senior de Ohio, Estados Unidos.
Así lo afirmó en medios locales Carlos Nayi, abogado de Cecilia Torres Mana, la mujer que acusa a Cabrera, señalando que «Interpol se comunicó con la Dirección de Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones, y notificaron el código rojo. Esto es un alerta máxima en la base de datos por las medidas de detención dispuestas por dos tribunales».
Cabrera, de 50 años, debía presentarse el pasado viernes 14 de agosto en el Ministerio Público Fiscal de Córdoba, pero como no lo hizo la justicia allanó su casa en la ciudad de Villa Allende y la policía fue informada por el cuidador de que no estaba en el país.
El ganador del US Open 2007 y del Masters de Augusta en 2009 participó el mes pasado en el Campeonato Senior de Ohio, Estados Unidos, válido por el circuito del Champions Tour, para mayores de 50 años, quedando en el puesto 76 entre 81 jugadores, con 236 golpes (+26), torneo que tuvo como ganador al estadounidense Jerry Kelly con 208 (-2).
Para salir del país el golfista debía solicitar autorización judicial y, presuntamente, tampoco cumplió con ese requisito, informaron a Télam fuentes de la justicia provincial.
La causa que implica al golfista tuvo su desenlace en diciembre de 2016 cuando, según la instrucción del expediente, su expareja, la policía Torres Mana, lo denunció por «maltratos y golpes de puño en la cara».
Nayi relató que el fiscal Griffi envió un oficio a Interpol para que se «ubique y capture a Cabrera en el lugar en donde se encuentre y sea trasladado inmediatamente a la Argentina».
El letrado precisó que el golfista cordobés está a punto de enfrentar un proceso de enjuiciamiento, ante la Cámara Segunda del Crimen, en dos causas acumuladas por violencia de género en contra de su representada, una por «lesiones leves calificadas y amenazas», del 2017, y otra por «lesiones leves calificada y hurtos» del 2018.
Nayi afirmó que por las distintas maniobras judiciales para «evitar el juicio», el golfista representa un «riesgo procesal» y debe ser detenido, y agregó que el acusado «violó varias órdenes de restricciones» que se le habían impuesto durante la instrucción de la causa.
El domicilio de Cabrera fue allanado por orden judicial porque no se había presentado en la Justicia, tal como debía hacerlo con frecuencia, razón por el cual el fiscal Griffi emitió los oficios para que sea capturado porque «no podía salir del país sin autorización de la Justicia», aseveró en ese entonces el abogado Nayi.
El defensor del golfista, Miguel Gavier, había manifestado a los medios que “cuando pueda, Cabrera volverá al país» y que no lo había hecho hasta el momento «porque no hay vuelos”.