Los socorristas turcos rescataron hoy a una joven de 17 años y a una mujer veinteañera de entre los escombros de unos edificios tras el devastador sismo ocurrido la semana pasada en Turquía y Siria, mientras que la ONU reclamó unos 1.000 millones de dólares en fondos para asistir a las víctimas, se informó oficialmente.
Aleyna Olmez, de 17 años, fue rescatada 11 días después de que se produjera el terremoto de magnitud 7,8, que destruyó ciudades enteras y dejó más de 41.700 muertos en el sureste de Turquía y en Siria, consignó AFP.
«Parecía estar bien. Abrió y cerró los ojos», explicó Ali Akdogan, un minero que participó en las labores de rescate en Kahramanmaras, una ciudad próxima al epicentro del sismo.
«Hemos estado trabajando aquí, en este edificio, desde hace ya una semana. Vinimos con la esperanza de escuchar algo», afirmó y agregó: «Nos alegramos cuando encontramos algo con vida, aunque sea un gato».
El tío de la chica, llorando, abrazó uno por uno a todos los socorristas, y les dijo: «Nunca los olvidaremos».
El canal NTV indicó luego que Neslihan Kilic, una mujer veinteañera, fue rescatada 258 horas después del primer temblor en esa misma ciudad.
Según CNN Türk, más de 250 personas fallecieron en el complejo donde fue hallada con vida la joven Kilic.
Según las autoridades y fuentes médicas de ambos países, 38.044 personas fallecieron en Turquía y 3.688 en Siria, lo que eleva el total a 41.732 fallecidos.
«Las necesidades son enormes, la gente está sufriendo y no hay tiempo que perder», dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un comunicado, donde solicitó unos 1.000 millones de dólares en fondos para socorrer a las víctimas.
Agregó que las contribuciones darían alivio por tres meses a 5,2 millones de personas.
El dinero «permitiría a organizaciones de ayuda aumentar rápidamente el soporte vital» en áreas como la seguridad alimentaria, protección, educación, agua y refugio, añadió.
«Insto a la comunidad internacional a intensificar y financiar completamente este esfuerzo crucial en respuesta a uno de los peores desastres naturales de nuestros tiempos».
Por su parte, la Cruz Roja triplicó el jueves su solicitud de fondo de emergencia a más de 700 millones de dólares.
La situación en el noroeste de Siria que está en poder de los rebeldes es particularmente difícil, pues la ayuda tarda en llegar en esa región devastada por años de conflicto.
«No hay electricidad, ni agua, ni saneamiento», dijo a la AFP Abdelrahman Haji Ahmed en Jindayris, en la frontera turca, frente a su casa destruida.
Tras 11 días, los servicios de emergencia continúan buscando personas que rescatar, lo cual se hace más difícil conforme cada hora que pasa, mientras que Turquía ya suspendió las labores de rescate en algunas regiones.
La misma medida tomó el gobierno de Siria, un país en guerra, en las zonas que están bajo su control.
En las zonas que se mantienen activas, colaboran en las tareas de rescate y ayuda humanitaria los equipos de Francia, Australia, España, Rumania y Argentina, entre otros.
El grupo que envió la Argentina a Turquía logró salvar ayer a tres personas con vida en la localidad de Hatay, una de las más devastadas en territorio turco, un hecho que los brigadistas calificaron como «un milagro después de tantos días del terremoto».
Fuente: Télam | News Rebeat