El 23 de julio de 1958 el submarino estadounidense SSN 571 «Nautilus» partía de Pearl Harbor para intentar una gran hazaña.
Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, las naciones de todo el mundo comienzan a investigar en posibles aplicaciones de la tecnología atómica. De ahí nace el submarino nuclear SSN 571 USS “Nautilus”: el primer submarino con propulsión nuclear.
Fue bautizado “Nautilus”, en honor a la nave que aparece en la novela de Julio Verne «Veinte mil leguas de viaje submarino» y contaba con 97,5 metros de eslora y 6 tubos lanzatorpedos con capacidad de alcanzar una velocidad de 23 nudos.
Salió de Seattle, Washington, el 9 de junio, y el submarino entró en el Mar de Chukchi el 19 de junio, pero fue rechazado por una profunda corriente de hielo en esas aguas poco profundas. El 28 de junio llegó a Pearl Harbor, Hawái, para esperar mejores condiciones del hielo circundante. Para el 23 de julio, su espera había terminado y Nautilus partió a su viaje histórico.
El primer intento de recorrer el Polo Norte en un submarino
Este submarino rompió muchos récords a lo largo de sus viajes. El 23 de julio de 1958 partiría desde el puerto de Pearl Harbor en Hawái en la llamada “Operación paso del Noroeste”, en el que sería el primer cruce del Polo Norte en submarino. 116 hombres se encontraban a bordo del submarino para este viaje histórico, incluido el comandante William R. Anderson, 111 oficiales y tripulación, y cuatro científicos civiles.
El Nautilus navegó hacia el norte a través del Estrecho de Bering y no salió a la superficie hasta llegar a Point Barrow, Alaska, en el Mar de Beaufort, aunque lanzó su periscopio al exterior en una ocasión fuera de las Islas Diomedes, entre Alaska y Siberia, para verificar la presencia de radar.
El submarino viajó a una profundidad de aproximadamente 150 metros, y la capa de hielo superior varió en grosor de 3 a 15 metros.
A las 11:15 p.m. EDT del 3 de agosto de 1958, el Comandante Anderson anunciaría a su tripulación: «Para el mundo, nuestro país y la Armada: el Polo Norte». Dos días después, terminó su viaje histórico en Islandia. El presidente estadounidense de aquel momento, Dwight D. Eisenhower, condecoró al comandante Anderson con la medalla de la Legión del Mérito, otorgada a los miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses y de las naciones aliadas desde su instauración por Franklin Delano Roosevelt en 1942.
Después de 96 horas bajo el hielo, salió a la superficie al noreste de Groenlandia, después de haber completado el primer viaje exitoso a través del Polo Norte.
El viaje de más de 2.200 kilometros fue de gran importancia estratégica, ya que los océanos helados del norte habían sido previamente una «tierra de nadie» ya que los barcos diesel-eléctricos no podían viajar libremente bajo el hielo. Su segundo viaje al Ártico al año siguiente produjo resultados aún más históricos si cabe.
Tras 25 años en funcionamiento, el Nautilus fue dado de baja el 3 de marzo de 1980 y designado, posteriormente, como Monumento Histórico Nacional en 1982.
Periodista especializada en ciencia y nuevas tecnologías. Redactora de contenidos web en la revista Muy Interesante y Muy Historia. ladymoon@gmail.com